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Hebreos 7:19 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

19 No logró perfeccionar nada. En cambio, ahora tenemos una nueva esperanza, mediante Cristo nos acercamos a Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

19 (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Pues la ley nunca perfeccionó nada, pero ahora confiamos en una mejor esperanza por la cual nos acercamos a Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 pues la Ley no trajo nada definitivo, y al mismo tiempo se nos abre una esperanza mucho mejor: la de tener acceso a Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 porque la ley nada perfeccionó, sino que fue introducción a una mejor esperanza, por medio de la cual nos acercamos a Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 pues realmente la ley no ha llevado nada a la perfección; y por otra parte, la introducción de una esperanza mejor, por la que nos vamos acercando a Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 Porque la ley nada perfeccionó; mas lo hizo la introducción de mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.

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Hebreos 7:19
29 Tagairtí Cros  

A través de Moisés fue dada la ley, pero a través de Jesucristo fue dada la gracia y la verdad.


Jesús le contestó: – Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie llega al Padre si no es por mí.


pero todo el que cree en Jesús, es justificado.


también por medio de Él, y a través de la fe por identidad, tenemos acceso a esta gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo, y nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de la gloria de Dios.


¿Eso significa que la ley es pecado? ¡Claro que no! Pero la conciencia de pecado la tuve mediante la ley, es decir, la ley era la única manera de saber qué es el pecado. Por ejemplo, no sabía que desear lo que no me pertenece estaba mal, pero la ley decía: “No desees lo que no te pertenece”, y solo entonces fue cuando entendí y tuve conciencia de que desear lo que no era mío estaba mal.


En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la carne anuló su poder; por eso Dios se donó a sí mismo a través de su Hijo que vino en una condición humana, semejante a la de los pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado y por medio de la humanidad de Cristo, Dios derrotó al pecado.


Sabemos que el ser humano no es justificado por las obras de la ley, sino mediante la fe por identidad en Cristo Jesús, nosotros mismos hemos creído en Jesucristo para ser justificados por Dios y no por cumplir reglas religiosas, ya que Dios no justifica a nadie a base del legalismo.


¿Está la ley en contra de las promesas de Dios? ¡Claro que no! Porque si la ley fue dada para proteger la libertad y dar vida, entonces realmente a través de la ley se establecería la justicia, pero en la realidad no se dio así;


así que la ley se convirtió en una guía para llegar a Cristo, y ser justificados por la fe, igual a los tutores que conducen a los niños y los protegen para que lleguen al destino asignado.


en quien tenemos la fe por identidad, que nos asegura el libre acceso a Dios con confianza.


este pueblo a quien Dios quiso dar a conocer la riqueza de la gloria salvífica para todos, incluso para los que no son judíos, este misterio es Cristo en ustedes, la esperanza de la gloria.


Pablo, apóstol de Jesucristo, conforme al mandato de Dios nuestro Salvador y del Señor Jesucristo el fundamento de nuestra esperanza,


La ley, que representa la antigua alianza, era solo una sombra de las bendiciones de salvación de la nueva alianza y no las bendiciones como tal. Por eso, mediante los mismos sacrificios que se ofrecen sin cesar año tras año, no se puede perfeccionar a los que adoran;


Dios tenía planeado algo mejor para nosotros; Él quería perfeccionarlos también a ellos, pero junto con nosotros; a fin de que nuestra fe se junte a la fe de ellos para formar un todo completo para el cumplimiento de la promesa.


Porque sin fe es imposible agradar a Dios. Pues es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe y recompensa a los que lo buscan.


pero Cristo, como Hijo superior en la familia de Dios, se responsabiliza de la casa, nosotros somos esta casa; somos la familia de Dios siempre y cuando nos mantengamos seguros y confiados de testificar la esperanza que tenemos.


Entonces, acerquémonos con confianza al trono de la gracia de Dios, para que recibamos misericordia, bondad y gracia para ayudarnos cuando lo necesitemos.


Hay dos realidades inmutables: la promesa y el juramento; y hay dos cosas imposibles: que Dios mienta y que no cumpla lo que promete. Esas dos cosas nos dan confianza y consolación, fortaleciéndonos para continuar firmes en la esperanza que Dios nos da;


La ley se entregó al pueblo bajo el sacerdocio de Leví, pero si la perfección fuese mediante el sacerdocio levítico, ¿qué necesidad había de que más adelante se levantase otro sacerdote según el orden de Melquisedec y no según el de Aarón?


Además, Dios también hizo una promesa cuando nombró a Jesús Sumo Sacerdote, pero no hubo promesa alguna para otros sacerdotes, el sacerdocio levítico se perpetuó automáticamente sin la confirmación o intervención de Dios.


Por eso, puede salvar completamente a los que por medio de Él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos.


Pero Jesús ahora tiene un ministerio aún más excelente, su obra sacerdotal es muy superior, porque Él es mediador de una nueva alianza, una que es más grande que la anterior porque se fundamenta en mejores promesas.


Todo esto es ahora una ilustración para nosotros, que demuestra que las ofrendas y los sacrificios no eran capaces de perfeccionar la conciencia de los que adoraban de esa manera.


Acérquense a Dios y Él se acercará a ustedes. Ustedes pecadores, purifiquen sus manos y ustedes hipócritas, limpien sus corazones.


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