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Hebreos 10:23 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

23 Mantengámonos firmes en la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Sigamos profesando nuestra esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de confianza aquel que se comprometió.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Mantengamos sin fluctuar la confesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Mantengamos firme la profesión de la esperanza, porque el que prometió es fiel;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra fe; que fiel es el que prometió;

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Hebreos 10:23
16 Tagairtí Cros  

Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.


Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel y no va a dejar que sean tentados más allá de lo que puedan soportar; es decir, que sean presionados más allá de sus límites. Por eso pueden estar seguros que cuando sean tentados, van a poder resistir, porque Dios les dará una salida.


En efecto, al recibir esta demostración de servicio, ellos glorificarán a Dios por la obediencia con que ustedes confiesan con sus acciones el Evangelio de Cristo y por su generosa solidaridad con ellos y con todos;


Porque el Dios que los llamó es fiel y perfeccionará la santidad en ustedes.


Fiel es el Señor para con nosotros, quien nos consolidará en la fe y nos guardará del maligno.


Fundamentada en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, a través de Jesucristo, nos prometió, esta promesa está dada antes del inicio de los tiempos y todos sabemos que Dios no miente.


Por la fe, también Sara, a pesar de su avanzada edad y de su esterilidad, pudo concebir, porque consideró fiel al que había hecho la promesa.


Por lo tanto, hermanos, ustedes que han sido santificados y que tienen parte en el mismo llamamiento celestial, consideren a Jesús, apóstol y Sumo Sacerdote de la fe que profesamos; Jesús es el centro de nuestra fe.


Porque nosotros hemos llegado a tener identidad en Cristo, con tal que permanezcamos firmes y obedientes a Dios hasta el final, tal como lo hicimos desde el comienzo.


pero Cristo, como Hijo superior en la familia de Dios, se responsabiliza de la casa, nosotros somos esta casa; somos la familia de Dios siempre y cuando nos mantengamos seguros y confiados de testificar la esperanza que tenemos.


Por lo tanto, teniendo a Jesús, el Hijo de Dios, como nuestro gran Sumo Sacerdote que ha atravesado los cielos, aferrémonos a la fe que profesamos.


Hay dos realidades inmutables: la promesa y el juramento; y hay dos cosas imposibles: que Dios mienta y que no cumpla lo que promete. Esas dos cosas nos dan confianza y consolación, fortaleciéndonos para continuar firmes en la esperanza que Dios nos da;


Siempre pidan las cosas a Dios con una fe auténtica, sin dudar, porque el que duda es como las olas del mar, que son llevadas por el viento de un lugar a otro.


Vengo pronto. Guarda lo que tienes, para que nadie robe tu corona.


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