Hebreos 10:22 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia22 acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y llenos de fe por identidad, interiormente purificados de una conciencia de maldad y exteriormente lavados con agua pura. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196022 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente22 entremos directamente a la presencia de Dios con corazón sincero y con plena confianza en él. Pues nuestra conciencia culpable ha sido rociada con la sangre de Cristo a fin de purificarnos, y nuestro cuerpo ha sido lavado con agua pura. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)22 acerquémonos con corazón sincero, con fe plena, limpios interiormente de todo lo que mancha la conciencia y con el cuerpo lavado con agua pura. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo los corazones° rociados, y así libres° de mala conciencia, y los cuerpos lavados con agua pura.° Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197522 Acerquémonos, pues, con corazón sincero y fe plena, purificado el corazón de toda impureza de conciencia y lavado el cuerpo con agua pura. Féach an chaibidilBiblia Reina Valera Gómez (2023)22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Féach an chaibidil |
Primero, Moisés le anunció los mandamientos de la ley a todo el pueblo (el testamento de Dios). Después, en un gesto solemne, tomó la sangre de las cabras y los terneros sacrificados, y la mezcló con agua. Tomó una lana roja y con un racimo de hisopo, roció la sangre sobre el pueblo y sobre el libro de la ley,
conforme al plan de Dios Padre, que actúa en cada creyente en un proceso de santificación a través del Espíritu, para capacitarlos a la obediencia y que participen de los beneficios de la sangre de Jesucristo: gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo y la paz, que es defender la justicia, sean multiplicadas en ustedes.