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Jeremías 30:16 - Biblia Martin Nieto

16 Pero todos los que te devoran serán devorados, todos tus opresores irán al destierro, todos tus despojadores serán despojados y todos tus saqueadores serán saqueados.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

16 Pero serán consumidos todos los que te consumen; y todos tus adversarios, todos irán en cautiverio; hollados serán los que te hollaron, y a todos los que hicieron presa de ti daré en presa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 »Pero todos los que te devoran serán devorados, y todos tus enemigos serán enviados al destierro. Todos los que te saquean serán saqueados, y todos los que te atacan serán atacados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Sin embargo, todos los que te devoran serán devorados, todos tus opresores irán al destierro, todos tus saqueadores serán saqueados, y los que te desprecian pasarán a ser despreciados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Pero todos los que te devoran, Serán devorados, Y todos tus cautivadores irán al cautiverio, Y todos los que te despojan serán despojados, Y todos los que te saquean serán saqueados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Por eso, cuantos te devoraron serán devorados y todos tus adversarios, todos ellos, irán al cautiverio. Tus saqueadores serán saqueados y a cuantos te despojaron entregaré al despojo.

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Jeremías 30:16
44 Tagairtí Cros  

Que sean avergonzados y huyan los enemigos de Sión;


Si obedeces su voz y haces cuanto yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios;


porque el Señor defiende su causa y quitará la vida a los que los despojan.


Los pueblos los acogerán y los harán llegar a su patria, y la casa de Israel los tomará como esclavos y esclavas en la tierra del Señor. Harán cautivos a los que les habían hecho cautivos a ellos, y dominarán a sus opresores.


¡Ay de ti, devastador, que no has sido devastado; ay de ti, saqueador, que aún no has sido saqueado! Cuando termines de devastar, serás tú devastado; cuando termines de saquear, serás saqueado.


Si te atacan, no vendrá de mí; el que pelee contigo, ante ti caerá.


Ningún arma forjada contra ti dará resultado; a toda lengua que te acuse la convencerás de culpabilidad. Ésta es la heredad de los hijos del Señor, la justicia que yo les aseguro -dice el Señor-.


Derrama tu furor sobre las naciones que no te conocen, sobre los pueblos que tu nombre no invocan, porque han devorado a Jacob, lo han consumido y han devastado su morada.


Esto dice el Señor: 'A todos mis perversos vecinos, que invaden la heredad cuya posesión di a mi pueblo Israel, yo los arrancaré de su tierra, y de en medio de ellos arrancaré la casa de Judá.


Israel era la posesión santa del Señor, las primicias de su cosecha; todo el que comía de ella lo pagaba, la desgracia caía sobre él, dice el Señor.


Al cabo de estos setenta años yo castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación -dice el Señor- por sus crímenes, así como al país de los caldeos, y haré de él una desolación eterna.


¿Por qué gritas por tu herida? Incurable es tu dolor. Por tu enorme iniquidad, por tus delitos incontables te he hecho esto.


¿Oís? Fugitivos y escapados del país de Babilonia vienen a anunciar en Sión la venganza del Señor, nuestro Dios.


Desde Dan se siente el relinchar de sus caballos; al grito estrepitoso de sus corceles, toda la tierra tiembla. Vienen a devorar el país y sus bienes, la ciudad y sus habitantes.


Escucha mi gemido: ¡no hay quien me consuele! Todos mis enemigos se alegran de mi ruina, de que tú lo hayas hecho. ¡Haz que llegue el día que habías anunciado, para que sean como yo!


¡Llegue ante ti toda su iniquidad; y trátalos como a mí me has tratado por todos mis pecados! Pues son muchos mis gemidos y desfallece mi corazón.


para que sepan todos los habitantes de Egipto que yo soy el Señor. Porque has sido un báculo de caña para la casa de Israel;


Porque has alimentado un odio secular y has entregado a la espada a los israelitas el día de su último crimen,


Ahora se han juntado contra ti numerosas naciones. Ellas dicen: 'Que sea profanada para que nuestros ojos puedan contemplar la ruina de Sión'.


Vendrá entonces mi enemiga, cubierta de vergüenza; ella que me decía: '¿Dónde está el Señor, tu Dios?'. Mis ojos se saciarán de mirarla cuando sea pisoteada como el lodo de las calles.


cuando pasa la inundación; pero extermina a quien se alza contra él, hasta en las tinieblas perseguirá a sus enemigos.


¡Te has saciado de infamia, no de gloria! ¡Bebe tú también y muestra tu prepucio! A ti pasa la copa de la diestra del Señor, y después de la gloria viene la vergüenza.


He oído las injurias de Moab y los ultrajes de los hijos de Amón, que insultaron a mi pueblo y se engrandecieron a costa de su territorio.


Después el ángel que hablaba conmigo me dijo: Grita: Esto dice el Señor todopoderoso: Siento ardientes celos por Jerusalén y por Sión,


y estoy muy indignado contra las gentes que viven despreocupadamente; yo estaba un poco indignado, pero ellos han aumentado su maldad.


Yo haré de Jerusalén una copa llena de licor embriagante para todos los pueblos de alrededor. También Judá estará en el asedio de Jerusalén.


El Señor reunirá a todas las naciones para luchar contra Jerusalén. La ciudad será tomada, las casas serán saqueadas y las mujeres violadas. La mitad de la ciudad saldrá para el destierro, pero el resto del pueblo no será exterminado de la ciudad.


Porque esto dice el Señor omnipotente -el que me ha enviado con autoridad- a propósito de las naciones que os han saqueado: el que os toca a vosotros, toca la pupila de mis ojos.


y le dijo: Corre y di a este joven: Jerusalén será una ciudad abierta a causa de la cantidad de hombres y animales que habrá en ella.


El Señor, tu Dios, hará recaer todas estas maldiciones sobre tus enemigos y sobre los que te hayan odiado y perseguido.


Si alguno está destinado al cautiverio, irá al cautiverio; el que mata con la espada, a espada morirá. Aquí la perseverancia y la fe de los santos.


Los israelitas, al volver de la persecución contra los filisteos, saquearon sus campamentos.


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