Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jeremías 30:15 - Biblia Martin Nieto

15 ¿Por qué gritas por tu herida? Incurable es tu dolor. Por tu enorme iniquidad, por tus delitos incontables te he hecho esto.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

15 ¿Por qué gritas a causa de tu quebrantamiento? Incurable es tu dolor, porque por la grandeza de tu iniquidad y por tus muchos pecados te he hecho esto.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

15 ¿Por qué te quejas de tu castigo, de esta herida que no tiene cura? He tenido que castigarte porque tus pecados son muchos y tu culpa es grande.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

15 ¿Por qué te quejas de tus heridas, y por qué tu dolor no se puede calmar? Por tu enorme culpa, por tus numerosos pecados te he hecho esto.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

15 ¿Por qué clamas con motivo de tu herida? Incurable es tu dolor; Por la grandeza de tu iniquidad y por tus muchos pecados te he hecho esto.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 ¿Por qué gritas por tu herida, por tu dolor desahuciado? Por tu gran iniquidad, porque fueron muchos tus pecados, te hice todo aquello.

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 30:15
45 Tagairtí Cros  

Y después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras maldades y grandes culpas -y eso que tú, oh Dios nuestro, nos has imputado menos culpa de la que teníamos y nos has dejado este resto que somos-,


Si él sigue inmóvil, ¿quién puede conmoverle? Si retira su rostro, ¿quién puede percibirle? Pero aún sigue vigilando sobre naciones e individuos,


Contra mi derecho estoy sufriendo; mi llaga es mortal, aunque yo no he pecado'.


Andaban como locos en sus desvaríos, abrumados bajo el peso de sus culpas;


Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él nada sano: heridas, contusiones, llagas vivas, no curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.


La cavó, quitó las piedras, plantó cepas selectas; en medio de ella construyó una torre y excavó también un lagar; esperaba que produjera uvas, pero sólo produjo agrazones.


Porque tus dioses, oh Judá, son tan numerosos como tus ciudades; y tantos como las calles que hay en Jerusalén son los altares de infamia que vosotros habéis levantado para ofrecer incienso a Baal.


¿Por qué mi dolor no tiene fin? ¿Por qué mi herida es incurable, indócil al remedio? ¿Vas a ser para mí como un arroyo engañador, de aguas caprichosas?


Tus iniquidades te castigan, tus infidelidades te condenan. Date cuenta, comprende qué funesto es y qué amargo abandonar al Señor tu Dios, no tener ya temor de mí, dice el Señor Dios todopoderoso.


Esto dice el Señor: Tu herida es incurable, insanable tu llaga.


Todos tus amantes te han olvidado, ya no se interesan por ti. Sí, yo te he herido como hiere un enemigo, con castigo cruel, por tus innumerables crímenes, por tus pecados incontables.


Pero todos los que te devoran serán devorados, todos tus opresores irán al destierro, todos tus despojadores serán despojados y todos tus saqueadores serán saqueados.


Sí, yo te devolveré la salud, yo curaré tus heridas -dice el Señor-, porque te han llamado la Abandonada, Sión, de quien nadie se cuida.


¡Sube a Galaad a buscar bálsamo, oh virgen, hija de Egipto! En vano multiplicarás los remedios. ¡Nada podrá curarte!


Pues desde el más chico hasta el mayor, todos están llenos de rapiña; desde el profeta al sacerdote, todos practican la estafa.


Sus adversarios prevalecen, sus enemigos son felices; porque el Señor la ha afligido por sus muchos pecados; sus niños han marchado al destierro delante del perseguidor.


¿A quién te compararé? ¿A quién te haré semejante, oh hija de Jerusalén? ¿Quién te podrá salvar y confortar, oh virgen, hija de Sión? Grande como el mar es tu ruina, ¿quién te podrá curar?


¿Por qué el mortal se queja si sigue viviendo de sus pecados?


Fue por los pecados de sus profetas, por las iniquidades de sus sacerdotes, que en medio de ella derramaban la sangre de los justos.


Porque su herida es incurable, hasta Judá ha llegado; ha herido hasta la capital de mi pueblo, hasta Jerusalén.


Soportaré la ira del Señor, ya que he pecado contra él, hasta que él juzgue mi causa y establezca mi derecho. Él me sacará a la luz, y yo contemplaré su justicia.


No hay remedio para tu herida, tu llaga es incurable; los que lo saben baten palmas por tu ruina; pues ¿sobre quién no descargó sin cesar tu crueldad?


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí