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Isaías 9:3 - Biblia Martin Nieto

3 Pues su penoso yugo, la vara sobre sus espaldas, el palo de su verdugo tú lo quebraste como en el día de Madián.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Harás que crezca la nación de Israel, y sus habitantes se alegrarán. Se alegrarán ante ti como la gente se goza en la cosecha, y como los guerreros cuando se dividen el botín.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Pues el yugo que soportaban y la vara sobre sus espaldas, el látigo de su capataz, tú los quiebras como en el día de Madián.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Multiplicaste la alegría,° Aumentaste el gozo; Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, Como se gozan cuando reparten despojos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Porque el yugo de su carga, la vara de su hombro, el bastón de su opresor los rompiste como en el día de Madián.

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Isaías 9:3
38 Tagairtí Cros  

Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los llevaste a la tierra que habías prometido dar en propiedad a sus padres.


Levanta a las naciones y las hunde, agranda a los pueblos y los aniquila.


Dios los bendice, ellos prosperan, y hace que se multipliquen sus ganados.


Yo me siento feliz con tu promesa, como el que encuentra un gran botín.


Muchos dicen: '¿Quién nos traerá suerte?'. ¡Mándanos, Señor, la luz de tu semblante!


El Señor todopoderoso blandirá contra él el azote, como cuando hirió a Madián en la roca de Horeb; y alzará su bastón sobre el mar, como otras veces sobre Egipto.


Aquel día dirás: Yo te doy gracias, Señor, porque estabas irritado contra mí, pero tu cólera ha amainado y me has consolado.


El Señor ha roto el palo de los criminales, el cetro de los dominadores;


Aquel día se dirá: Éste es nuestro Dios, de quien esperamos que nos salve; éste es el Señor, en quien esperamos. Alegrémonos, gocémonos, porque nos ha salvado.


Has acrecentado la nación, Señor, la has acrecentado; has manifestado tu gloria, has ensanchado las fronteras del país.


Por él volverán los liberados del Señor, llegarán a Sión entre gritos de júbilo, una alegría eterna transformará su rostro; júbilo y alborozo les acompañarán, pena y llanto habrán huido.


que dé flores como el narciso, que salte de alegría. Pues se le ha dado la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y de Sarón; y se verá la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.


Grita de alegría, estéril, que no has dado a luz, prorrumpe en gritos de gozo y algazara, tú que no has estado de parto. Pues son más numerosos los hijos de la abandonada que los hijos de la casada -dice el Señor-.


Sí, partiréis con alegría y en paz seréis llevados; montes y colinas prorrumpirán ante vosotros en gritos de alegría, y todos los árboles del campo aplaudirán.


Yo salto de gozo con el Señor, mi alma se entusiasma con mi Dios, porque me ha puesto los vestidos de la salvación, me ha envuelto en el manto de la justicia, como un recién casado se ciñe la diadema o una novia se adorna con sus joyas.


Por haber sido doblada su vergüenza y haber sido su porción la ignominia y el desprecio, por eso poseerán el doble en su país, y su alegría será eterna.


mis siervos cantarán con corazón jubiloso, mientras vosotros gemiréis con el corazón afligido, y aullaréis, oprimidos en vuestro espíritu.


Y habrá alegría y algazara eterna por lo que yo voy a crear. Pues yo voy a crear para Jerusalén alegría, y para su pueblo regocijo.


Alegraos con Jerusalén, regocijaos por ella todos los que su duelo soportáis,


Esto dice el Señor: ¡Gritad de gozo por Jacob, aclamad a la primera de las naciones! ¡Publicad, alabad, decid: El Señor ha librado a su pueblo, al resto de Israel!


Cuantos más eran, más han pecado contra mí y han cambiado su gloria por la ignominia.


Yo, el Señor, vuestro Dios, que os saqué de Egipto para que no fueseis esclavos allí, rompí las coyundas de vuestro yugo y os hice salir con la cabeza erguida'.


Daré un silbido y los reuniré porque yo los he rescatado y los haré tan numerosos como antes.


¡Hala! Sálvate, Sión, tú que habitas en Babilonia.


Esto dice el Señor todopoderoso: 'En aquellos días diez hombres de todas las lenguas del mundo agarrarán a un judío de la orla de su vestido y le dirán: Dejadnos ir con vosotros, pues hemos oído que Dios está con vosotros'.


Pero si sobreviene otro más fuerte que él y lo vence, le quita las armas en que confiaba y reparte todos sus bienes.


La ciudad se llenó de alegría.


Alegraos en el Señor siempre; lo repito: alegraos.


al que amáis y en el que creéis sin haberlo visto por el que os alegráis con un gozo inenarrable y radiante,


Oíd, reyes; prestad atención, príncipes: yo cantaré al Señor, Dios de Israel.


Mientras los trescientos tocaban las trompetas, el Señor hizo que cada uno volviese la espada contra su compañero. Todos huyeron hasta Bet Hassitá, hacia Serera, hasta la ribera de Abel Mejolá, frente por frente de Tabat.


Zébaj y Salmuná huyeron; pero Gedeón los persiguió, e hizo prisioneros a los dos reyes de Madián, Zébaj y Salmuná, y derrotó a todo su ejército.


Él los guió; estaban diseminados por toda la región, comiendo, bebiendo y bailando por el botín tan grande que habían cogido en el país de los filisteos y en el país de Judá.


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