Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Isaías 64:8 - Biblia Martin Nieto

8 No te irrites sin medida, Señor, no recuerdes siempre nuestras culpas. Pues, mira, tu pueblo somos todos nosotros.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

8 Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Y a pesar de todo, oh Señor, eres nuestro Padre; nosotros somos el barro y tú, el alfarero. Todos somos formados por tu mano.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 ¡No te enojes tanto, pues, Yavé, ni estés recordando, a cada momento, nuestros pecados! Míranos, pues todos nosotros formamos tu pueblo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Sin embargo, oh YHVH, Tú eres nuestro Padre; Nosotros la arcilla y Tú nuestro Alfarero, Todos nosotros, obra de tus manos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 No te enojes, Yahveh, hasta el extremo, ni recuerdes por siempre la culpa; mira, ve: ¡Tu pueblo somos todos nosotros!

Féach an chaibidil Cóip




Isaías 64:8
33 Tagairtí Cros  

¿Acaso vas a mostrarte violento, a despreciar la obra de tus manos y secundar el plan de los inicuos?


Reconoced que el Señor es Dios: él nos ha hecho y somos suyos, su pueblo, las ovejas que él guarda.


Tus manos me han hecho y me han formado; instrúyeme y aprenderé tus mandamientos.


El Señor lo hará todo por mí. Señor, tu amor es eterno, no abandones la obra de tus manos.


Venid a adorarlo, hinquemos las rodillas delante del Señor, nuestro creador.


¿Por qué van a poder decir los egipcios: Con muy mala intención los hizo salir, para hacerlos perecer en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra? Aplaca tu ira y arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo.


Tú dirás al Faraón: Esto dice el Señor: Israel es mi hijo primogénito.


El Señor todopoderoso los bendecirá de esta manera: Bendito sea mi pueblo, Egipto; Asiria, la obra de mis manos, e Israel, mi heredad.


¡Qué perversidad! ¡Como si el barro pudiese compararse con el alfarero, o la obra decirle a su autor: No me has hecho, o el vaso a su alfarero: Nada sabes!


Soy yo, soy yo, quien tengo que borrar tus faltas y no acordarme de tus pecados.


a todos aquellos que llevan mi nombre, a quienes yo crié para mi gloria, a quienes formé y preparé.


Recuerda esto, Jacob, y tú, Israel, que eres mi siervo. Yo te he formado, siervo mío eres, Israel; no te olvidaré.


Esto dice el Señor tu redentor, el que te formó desde el seno materno: Yo soy el Señor, el que lo ha hecho todo; el que despliega, él solo, los cielos; el que afirma la tierra sin ayuda alguna;


Esto dice el Señor, el Santo de Israel, su creador: ¿Me vais a interrogar sobre mis hijos y a darme órdenes sobre la obra de mis manos?


¡Ay de aquel que litiga con su creador, siendo sólo un tiesto de barro! ¿Dice acaso la arcilla a su alfarero: Qué haces? Le dice su obra: ¿No tienes manos?


Porque no quiero discutir eternamente y estar por siempre airado, pues ante mí sucumbiría el espíritu y las almas que yo he creado.


Tu pueblo será un pueblo de justos, para siempre poseerás la tierra, renuevo de la plantación del Señor, obra de mis manos, hecha para resplandecer.


porque tú eres nuestro padre! Pues Abrahán no nos conoce, ni Israel se acuerda de nosotros. Tú, Señor, eres nuestro padre; nuestro libertador es tu nombre desde antiguo.


Él había dicho: Realmente son mi pueblo, hijos que no serán traidores. Y fue su salvador


para ensanchar el imperio, para una paz sin fin en el trono de David y en su reino; para asentarlo y afirmarlo en el derecho y la justicia desde ahora para siempre. El celo del Señor omnipotente hará todo esto.


Entre lágrimas habían partido, entre consuelos los devuelvo junto a los arroyos de las aguas, por un camino llano, donde no dan traspiés. Pues soy un padre para Israel, Efraín es mi primogénito.


¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un único Dios? Entonces, ¿por qué estamos unos contra otros, profanando el pacto de nuestros padres?


Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre'. Le dijeron: 'Nosotros no somos hijos bastardos; tenemos un solo padre: Dios'.


Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;


Y si vosotros sois de Cristo, sois descendencia de Abrahán, herederos según la promesa.


Él nos ha hecho, él nos ha creado por medio de Cristo Jesús, para hacer obras buenas tal y como él lo dispuso de antemano.


¿Así pagáis al Señor, / pueblo insensato y necio? / ¿No es él tu padre y tu creador? / ¿No es él el que te hizo y te constituyó?


Pero son tu pueblo, tu heredad, que rescataste con tu mano fuerte y tu brazo poderoso.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí