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Isaías 1:16 - Biblia Martin Nieto

16 Lavaos, purificaos, alejad vuestras malas acciones de mis ojos; dejad de hacer el mal.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 ¡Lávense y queden limpios! Quiten sus pecados de mi vista. Abandonen sus caminos malvados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 ¡Lávense, purifíquense! no me hagan el testigo de sus malas acciones,

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 ¡Lavaos, purificaos, y quitad de mi vista la maldad de vuestras obras! ¡Cesad de hacer el mal!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 lavaos, purificaos, apartad vuestras malas acciones de delante de mis ojos; cesad de obrar el mal,

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Isaías 1:16
31 Tagairtí Cros  

El Señor había advertido a Israel y a Judá por medio de los profetas y de los videntes: 'Arrepentíos de vuestros malos caminos, guardad mis preceptos y mandamientos y seguid la ley que di a vuestros padres y que os comuniqué por medio de mis siervos, los profetas'.


Lavo mis manos en señal de inocencia, para dar vueltas en torno a tu altar


Guarda del mal tu lengua, y tus labios de palabras mentirosas;


Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás un lugar donde vivir;


Cuando el profeta Natán vino a él después de su pecado con Betsabé


Practicar la justicia y la equidad agrada al Señor más que los sacrificios.


No te desvíes ni a derecha ni a izquierda, aleja tus pasos de la delincuencia.


¡Fuera, fuera, salid de allí; no toquéis nada impuro, salid de en medio de ella, purificaos los que lleváis los vasos del Señor!


Habla, pues, ahora a las gentes de Judá y a los habitantes de Jerusalén de esta manera: 'Esto dice el Señor: Mirad, yo estoy preparando contra vosotros una desgracia y madurando un proyecto en daño vuestro. Arrepentíos cada uno de vuestra mala conducta, mejorad vuestra conducta, vuestra manera de actuar'.


Os he dicho: Convertíos cada uno de vuestra mala conducta y de vuestras perversas acciones, y viviréis en la tierra que el Señor os dio a vosotros y a vuestros padres desde siempre y para siempre.


Tal vez te escuchen y se conviertan cada uno de su mal camino; entonces yo retiraré el castigo que pensaba darles por sus malas acciones.


Os he mandado repetidamente, sin cansarme, a mis siervos los profetas para avisaros: Convertíos cada uno de su perverso camino, enmendad vuestra conducta, no vayáis tras dioses extraños, no los adoréis, y de esta forma podréis vivir en la tierra que yo os di a vosotros y a vuestros padres. Pero no habéis obedecido ni me habéis hecho caso.


Purifica tu corazón del mal, oh Jerusalén, para que puedas salvarte. ¿Hasta cuándo guardarás en ti tus perversos pensamientos?


Odiad el mal y amad el bien, restableced la justicia en los tribunales, y quizá el Señor Dios omnipotente se apiade del resto de José.


Que se cubran de saco los hombres y los animales, y que invoquen a Dios con fuerza; que cada uno se convierta de su mala conducta y de la violencia de sus manos.


En aquel día brotará un manantial para la casa de David y los habitantes de Jerusalén, para lavar los pecados e impurezas.


¿No conocéis las palabras que anunció el Señor por medio de los profetas de entonces, cuando Jerusalén estaba habitada, con sus ciudades de alrededor, y el Negueb y la Llanura estaban poblados?'.


Dad frutos dignos de conversión,


Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, bautízate y lava tus pecados invocando su nombre.


Que vuestro amor sea sincero. Odiad el mal y abrazad el bien.


Hermanos míos, ya que tenemos estas promesas, purifiquémonos de todo lo que mancha el cuerpo o el espíritu, perfeccionando nuestra consagración en el temor de Dios.


acercaos a Dios, y se acercará a vosotros; lavaos las manos, pecadores, purificad vuestros corazones, gentes de alma doble, y reconoced vuestra miseria; llorad y clamad;


Desechad toda maldad todo engaño y toda clase de hipocresía envidia o maledicencia.


Apártese del mal y haga el bien busque la paz y corra en pos de ella.


Yo le respondí: 'Señor, tú lo sabes'. Él me dijo: 'Ésos son los supervivientes de la gran persecución, y han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del cordero.


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