Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jeremías 14:7 - Nueva Biblia Española (1975)

7 Si nuestras culpas nos acusan, Señor, intervén por tu nombre, que son muchas nuestras apostasías, hemos pecado contra ti.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

7 Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, oh Jehová, actúa por amor de tu nombre; porque nuestras rebeliones se han multiplicado, contra ti hemos pecado.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 La gente dice: «Nuestra maldad nos alcanzó, Señor, pero ayúdanos por el honor de tu propia fama. Nos alejamos de ti y pecamos contra ti una y otra vez.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Aunque nuestras faltas nos acusen, tú, Yavé, haz algo para gloria de tu nombre. En verdad, muchas son nuestras rebeldías, y grande nuestro pecado contra ti.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

7 ¡Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, Obra, oh YHVH, por amor de tu Nombre! ¡Ciertamente nuestras apostasías se han multiplicado, Y hemos pecado contra ti!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Aunque nuestras culpas nos acusen, actúa, Yahveh, por amor a tu nombre. En verdad, nuestras rebeldías son muchas, hemos pecado contra ti.

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 14:7
30 Tagairtí Cros  

Señor, Dios de Israel, este resto que hoy sigue con vida demuestra que eres justo. Nos presentamos ante ti como reos, pues después de lo ocurrido no podemos enfrentarnos contigo.


No a la nuestra, Señor, no a la nuestra, hazle honor a tu fama, por tu lealtad, por tu fidelidad.


Por tu nombre, Señor, perdona mi culpa, que es grave.


Socórrenos, Dios Salvador nuestro, por el honor de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados, por tu renombre.


por mi, por mí lo hago: porque mi nombre no ha de ser profanado y mi gloria no la cedo


Porque nuestros crímenes contra ti son muchos, y nuestros pecados nos acusan; tenemos presentes nuestros crímenes y reconocemos nuestras culpas:


¡Ay de mí, qué desgracia, mi herida es incurable! Yo que decía: Es una dolencia, me aguantaré.


Tu maldad te escarmienta, tu apostasía te enseña: mira y aprende que es malo y amargo abandonar al Señor, tu Dios, sin sentir miedo -oráculo del Señor- de los ejércitos-.


nos acostamos sobre nuestra vergüenza y nos cubre el sonrojo, porque pecamos contra el Señor, nuestro Dios, nuestros padres y nosotros, desde la juventud hasta hoy y desobedecimos al Señor, nuestro Dios.


Durante el reinado de Josías me dijo el Señor: ¿Has visto lo que ha hecho Israel, la apóstata? Se ha ido por todos los montes altos y se ha prostituido bajo todo árbol frondoso.


Sus culpas han trastornado el orden, sus pecados les dejan sin lluvia,


por eso los herirá un león de la selva, un lobo de la estepa los despedazará, una pantera acecha sus ciudades y arrebata al que sale, porque son muchas sus culpas y graves sus apostasías.


¿Qué hacemos aquí sentados? Reunámonos, entremos en las plazas fuertes, para morir allí; porque el Señor, nuestro Dios, nos deja morir, nos da a beber agua envenenada, porque pecamos contra el Señor.


Entonces, ¿por qué este pueblo de Jerusalén ha apostatado irrevocablemente? Se afianza en la rebelión, se niega a convertirse.


Pero actué por respeto a mi nombre, para que no fuera profanado ante los paganos, en cuya presencia los había sacado.


Pero retraje mi mano y actué por respeto a mi nombre para que no fuera profanado ante los paganos, en cuya presencia los había sacado.


Pero actué por respeto a mi nombre, para que no fuera profanado ante los paganos con los que vivían, y en cuya presencia me manifesté a ellos para sacarlos de Egipto.


La arrogancia de Israel lo acusará a la cara, Efraín tropezará en sus delitos (también Judá tropezará con ellos).


Su arrogancia acusa a Israel, pero ellos no vuelven al Señor, su Dios, a pesar de todo no lo buscan.


y cuando terminaba de devorar la hierba del país, yo dije: Señor, perdona: ¿cómo podrá resistir Jacob si es tan pequeño?


Soportaré la cólera del Señor, pues pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y me haga justicia; me sacará a la luz y gozaré de su justicia.


para que los que ya esperábamos en el Mesías fuéramos un himno a su gloria.


a ser un himno a su gloriosa generosidad.


Pero no; que temo la jactancia del enemigo y la mala interpretación del adversario, que dirían: 'Nuestra mano ha vencido, no es el Señor quien lo ha hecho',


Le oirán los cananeos y toda la gente del país, nos cercarán y borrarán nuestro nombre de la tierra. ¿Y qué harás tú con tu nombre ilustre?


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí