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Jeremías 10:7 - Nueva Biblia Española (1975)

7 Tú lo mereces, Rey de las naciones; entre todos sus sabios y reyes, ¿quién hay como tú?

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Biblia Reina Valera 1960

7 ¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el temor; porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 ¿Quién no te temería, oh Rey de las naciones? ¡Ese título te pertenece solo a ti! Entre todos los sabios de la tierra y en todos los reinos del mundo, no hay nadie como tú.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 ¿Quién no te temerá, Rey de las naciones? Sí, a ti se te debe temer, porque entre todos los sabios de las naciones y entre todos sus reinos no hay nadie como tú.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 ¿Quién no quisiera temerte, Oh Rey de las naciones? Solo a ti te corresponde,° Porque entre todos los sabios de las naciones, Y entre toda su dignidad real, Ninguno hay comparable a ti.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 ¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Sí, esto se te debe; porque entre todos los sabios de las gentes y en todos sus reinos nadie hay como tú.

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Jeremías 10:7
28 Tagairtí Cros  

No veneren a otros dioses, sino al Señor, su Dios, y él los librará de sus enemigos.


porque es grande el Señor y muy famoso, y más temible que todos los dioses.


luego consultó a los letrados -porque los asuntos del rey se solían consultar a los expertos en derecho-;


Nuestro Señor es grande y poderoso, su sabiduría no tiene medida.


Porque el Señor es rey, él gobierna a los pueblos.


El nos somete los pueblos y nos sojuzga las naciones;


que se postren ante él todos los reyes y que todos los pueblos le sirvan;


Tú eres terrible: ¿quién resiste frente a ti, al ímpetu de tu ira?


No tienes igual entre los dioses, Señor, ni hay obras como las tuyas.


Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor, y a honrar tu nombre:


¿Quién sobre las nubes se compara a Dios?, ¿quién como el Señor entre los dioses?


Respondió: Mañana. Dijo Moisés: Así se hará, para que sepas que no hay otro como el Señor, nuestro Dios.


Pues esta vez voy a soltar todas mis plagas contra ti mismo, tu corte y tu pueblo, para que sepas que no hay nadie como yo en toda la tierra.


Será el arbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados; de las lanzas, podaderas. No alzará la espada, pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán para la guerra.


No hay como tú, Señor; tú eres grande, grande es tu fama y tu poder, ¿quién no te temerá?


¿A mí no me respetan, no tiemblan en mi presencia? -oráculo del Señor- . Yo puse la arena como frontera del mar, límite perpetuo que no traspasa; hierve impotente, mugen sus olas, pero no lo traspasan;


Daniel repuso: El secreto de que habla su majestad no lo pueden explicar ni sabios, ni astrólogos, ni magos, ni adivinos;


pero hay un Dios en el cielo que revela los secretos y que ha anunciado al rey Nabucodonosor lo que sucederá al final de los tiempos.


¡Señor, he oído tu fama; Señor, he visto tu acción! En medio de los años realízala, en medio de los años manifiéstala, en la ira acuérdate de la compasión.


Aquel día se incorporarán al Señor muchos pueblos y serán pueblo mío; habitaré en medio de ti, y sabrás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti.


De levante a poniente es grande mi fama en las naciones, y en todo lugar me ofrecen sacrificios y ofrendas puras; porque mi fama es grande en las naciones -dice el Señor de los ejércitos-.


Les voy a indicar a quién tienen que temer: Teman al que tiene poder para matar y después echar en el fuego. Sí, a ése témanlo, desde luego.


para nosotros no hay más que un Dios, el Padre, de quien procede el universo y a quien estamos destinados nosotros, y un solo Señor, Jesús Mesías, por quien existe el universo y por quien existimos nosotros.


Para que todas las naciones del mundo sepan que la mano del Señor es poderosa y ustedes respeten siempre al Señor, su Dios'.


Al tocar su trompeta el séptimo ángel se oyeron aclamaciones en el cielo: ¡El reinado sobre el mundo ha pasado a nuestro Señor y a su Mesías, y reinará por los siglos de los siglos!


¿Quién no te respetará?, ¿Quién no dará gloria a tu nombre, si sólo tú eres santo? Todas las naciones vendrán a postrarse ante ti, porque tus justas sentencias se han promulgado.


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