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Eclesiastés 5:8 - Nueva Biblia Española (1975)

8 Si ves en una provincia oprimido el pobre, conculcados el derecho y la justicia, no te extrañes de tal situación: cada autoridad tiene una superior, y una suprema vigila sobre todas.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 No te sorprendas si ves que un poderoso oprime a un pobre o que no se hace justicia en toda la tierra. Pues todo funcionario está bajo las órdenes de otro superior a él, y la justicia se pierde entre trámites y burocracia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 El país avanzará si el rey se pone al servicio de los campos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Si ves la opresión a los pobres, y la perversión del derecho y la justicia en alguna provincia, no te turbes a causa de esto, porque sobre el alto vigila otro más alto, y hay Alguien aún más alto que ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 El fruto de la tierra es para todos: hasta el rey está al servicio del campo.

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Eclesiastés 5:8
60 Tagairtí Cros  

También levantó torres en el desierto y cavó muchos pozos para el abundante ganado que poseía en la llanura y la meseta; también tenía labradores y viñadores en los montes y las huertas, porque a Ozías le gustaba el campo.


Dios lo dejaba confiado y seguro, pero sus ojos observaban sus caminos.


y la lengua fanfarrona de los qué dicen: 'La lengua es nuestra valentía, nuestros labios nos defienden, ¿quién será nuestro amo?'.


del huracán que devora, Señor, del torrente de sus lenguas'. Veo en la ciudad violencias y discordias,


Dios se levanta en la asamblea divina, rodeado de dioses juzga:


y reconozcan que te llamas Señor, que tú eres el Soberano de toda la tierra.


Porque el Señor es un Dios grande, soberano de todos los dioses:


Quien oprime al pobre, lo enriquece; quien da al rico, se empobrece.


Porque digas: 'No me doy cuenta', ¿no lo va a saber el que pesa los corazones? El que vigila tu vida lo sabe y paga al hombre sus acciones.


yo amo a los que me aman, y los que madrugan por mí, me encuentran;


Otra cosa observé bajo el sol: en la sede del derecho, el delito; en el tribunal de la justicia, la iniquidad;


También observé todas las opresiones que se cometen bajo el sol: vi. llorar a los oprimidos sin que nadie los consolara, sin que nadie los consolara del poder de los opresores;


Con todo, sale ganando el país si el rey está al servicio del campo.


Las presiones perturban al sabio y el soborno le quita el juicio.


Todo esto lo he observado fijándome en todo lo que sucede bajo el sol, mientras un hombre domina a otro para su mal.


(Cuando termine el Señor toda su tarea en el monte Sión y en Jerusalén, exigirá cuentas de sus conquistas a su orgullo, a la arrogancia altanera de sus ojos).


¿Qué es eso? ¿Trituran a mi pueblo, muelen el rostro de los desvalidos? -oráculo del Señor- de los ejércitos-.


Aquella misma noche' salió el ángel del Señor e hirió en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres; por la mañana, al despertar, los encontraron cadáveres.


La viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel, son los hombres de Judá su plantel preferido. Esperó de ellos derecho, y ahí tienen: asesinatos; esperó justicia, y ahí tienen: lamentos.


porque así dice el Alto y Excelso, Morador eterno, cuyo nombre es Santo: Yo moro en la altura sagrada, pero estoy con los de ánimo humilde y quebrantado, para reanimar a los humildes, para reanimar el corazón quebrantado.


Su padre, que cometió atropellos y robos y maltrató a su gente, murió por su culpa.


Busquen el bien, no el mal, y vivirán y estará realmente con ustedes, como dicen, el Señor, Dios de los ejércitos.


¿Corren los caballos por los peñascos?, ¿se puede arar sin vacas? Pues ustedes convierten en veneno el derecho, la justicia en acíbar.


Echan del hogar querido a las mujeres de mi pueblo y a sus niños les quitan para siempre mi honor.


Así dice el Señor de los ejércitos: Si entonces el resto de este pueblo juzga algo imposible, ¿tendré que juzgarlo yo también imposible? -oráculo del Señor- de los ejércitos-.


Los llamaré a juicio, seré testigo exacto contra hechiceros, adúlteros y perjuros, contra los que defraudan al obrero de su jornal, oprimen a viudas y huérfanos y atropellan al emigrante sin tenerme respeto -dice el Señor de los ejércitos-.


Será grande, se llamará Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David su antepasado;


El ángel le contestó: El Espíritu Santo bajará sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso al que va a nacer lo llamarán 'Consagrado', Hijo de Dios.


Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo porque irás delante del Señor, a preparar sus caminos,


Pero de pronto el ángel del Señor lo hirió, por haber usurpado el honor de Dios, y expiró roído de gusanos.


¡Qué abismo de riqueza, de sabiduría y de conocimiento el de Dios! ¡Qué impenetrables sus decisiones y qué incomprensibles sus caminos!


porque el juicio será sin corazón para quien no tuvo corazón


Amigos míos, no se extrañen del fuego que ha prendido ahí para ponerlos a prueba, como si les ocurriera algo extraño.


No se extrañen, hermanos, si el mundo los odia.


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