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2 Samuel 15:14 - Nueva Biblia Española (1975)

14 Entonces David dijo a los cortesanos que estaban con él en Jerusalén: ¡Ea, huyamos! Que si se presenta Absalón, no nos dejará escapar. Salgamos a toda prisa, no sea que él se adelante, nos alcance y precipite la ruina sobre nosotros y pase a cuchillo la población.

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Biblia Reina Valera 1960

14 Entonces David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: Levantaos y huyamos, porque no podremos escapar delante de Absalón; daos prisa a partir, no sea que apresurándose él nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad a filo de espada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 —Entonces debemos huir de inmediato, ¡si no será muy tarde! —David dijo a sus hombres—. ¡Apresúrense! Si salimos de Jerusalén antes de que llegue Absalón, tanto nosotros como la ciudad nos salvaremos del desastre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 David entonces dijo a sus servidores y a los que estaban con él en Jerusalén: '¡Rápido, huyamos, porque en caso contrario no escaparemos de Absalón! Salgamos inmediatamente, porque si nos alcanza, nos derrotará y pasará a cuchillo la ciudad'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Y David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalem: ¡Levantaos y huyamos, porque no tendremos escapatoria delante de Absalón! ¡Daos prisa en marchar, no sea que se apresure, nos alcance y eche el mal sobre nosotros, atacando la ciudad a filo de espada!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Dijo entonces David a todos sus servidores que estaban con él en Jerusalén: 'Preparaos y huyamos, porque de otra suerte no podremos escapar ante Absalón. Daos prisa en partir, no sea que acelere el paso y nos dé alcance, y precipite sobre nosotros las desgracias y pase la ciudad a filo de espada'.

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2 Samuel 15:14
12 Tagairtí Cros  

Así dice el Señor: Yo haré que de tu propia casa nazca tu desgracia; te arrebataré tus mujeres y ante tus ojos se las daré a otro, que se acostará con ellas a la luz del sol que nos alumbra.


Los cortesanos le respondieron: Lo que su majestad decida. ¡A tus órdenes!


Absalón, al que ungimos rey, ha muerto en la batalla; así que ¿por qué están ustedes cruzados de brazos y no traen al rey a su palacio?


Y por todas las tribus de Israel la gente discutía: El rey nos libró de nuestros enemigos y nos salvó de los filisteos. Si ahora huyó del país fue por culpa de Absalón.


Dígnate, Señor, favorecer a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén:


El príncipe no quitará al pueblo su heredad, expropiándole tiránicamente. Sólo podrá dejar a sus hijos lo que sea propiedad suya, para que mi pueblo no se desperdigue, despojado de su propiedad.


Desde que apareció Juan hasta ahora, se usa la violencia contra el reinado de Dios y gente violenta quiere arrebatarlo;


Y tú, Cafarnaún, ¿piensas encumbrarte hasta el cielo? Bajarás al abismo'.


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