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1 Pedro 1:13 - Nueva Biblia Española (1975)

13 Por eso, con la mente preparada para el servicio y viviendo con sobriedad, pongan una esperanza sin reservas en el don que les va a traer la manifestación de Jesús el Mesías.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Así que preparen su mente para actuar y ejerciten el control propio. Pongan toda su esperanza en la salvación inmerecida que recibirán cuando Jesucristo sea revelado al mundo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Por tanto, tengan listo su espíritu y estén alerta, poniendo toda su esperanza en esta gracia que será para ustedes la venida gloriosa de Cristo Jesús.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Por lo cual, habiendo ceñido los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y tened vuestra esperanza puesta por completo en la gracia° que os será traída en la revelación de Jesús el Mesías;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Por tanto, con ánimo dispuesto y vigilante, poned toda vuestra esperanza en la gracia que os llegará cuando Jesucristo se manifieste.

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1 Pedro 1:13
35 Tagairtí Cros  

Y Elías, con la fuerza del Señor, se ciñó y fue corriendo delante de Ajab, hasta la entrada de Yezrael.


Eliseo ordenó a Guejazí: Cíñete, toma mi bastón y ponte en camino; si encuentras a alguno no lo saludes y si te saluda alguno no le respondas. Y coloca mi bastón sobre el rostro del niño.


Si eres hombre, cíñete los lomos: voy a interrogarte, y tú responderás.


Si eres hombre, cíñete los lomos; voy a interrogarte, y tú responderás:


Y lo comerán así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y se lo comerán a toda prisa, porque es la Pascua del Señor.


Se terciará como banda la justicia y se ceñirá como fajín la verdad.


Y tú cíñete, en pie, diles lo que yo te mando. No les tengas miedo; que si no, yo te meteré miedo de ellos.


y les dijo: Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo.


Tengan el delantal puesto y encendidas las lámparas:


pero el día que Lot salió de Sodoma llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos.


No, le dicen: 'Prepárame de cenar, ponte el delantal y sírveme mientras yo como; después comerás tú'.


Comportémonos como en pleno día, con decoro: nada de comilonas ni borracheras, nada de orgías ni desórdenes, nada de riñas ni por-: fías.


De hecho, la humanidad' otea impaciente aguardando a que se revele lo que es ser hijos de Dios;


hasta el punto de que en ningún don se quedan cortos, mientras aguardan la manifestación de nuestro Señor, Jesús Mesías;


Así que esto queda: fe, esperanza, amor; estas tres, y de ellas la más valiosa es el amor.


Así que en pie: abróchense el cinturón de la verdad, por coraza pónganse la honradez


cuando se manifieste el Mesías, que es su vida, con él se manifestarán también ustedes gloriosos.


y con alivio a ustedes los afligidos junto con nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del cielo con sus poderosos ángeles,


Tú no pierdas nunca el control, soporta lo adverso, trabaja en propagar la buena noticia, y desempeña bien tu servicio,


Ahora ya me aguarda la merecida corona con la que el Señor, juez justo, me premiará el último día; y no sólo a mí, sino también a todos los que anhelan su venida.


Así que no renuncien a su valentía, a la que está reservada una gran recompensa.


mientras el Mesías la tiene como Hijo, al frente de la casa, y esa casa somos nosotros, con tal que mantengamos esa seguridad y esa honra que es la esperanza.


ésta es para nosotros como un ancla de la existencia, sólida y firme, que entra además hasta el otro lado de la cortina,


así también el Mesías se ofreció una sola vez, para quitar los pecados de tantos; la segunda vez, ya sin relación con el pecado, se manifestará a los que lo aguardan para salvarlos.


Por esta salvación empezaron a interesarse y a investigar ciertos profetas' que habían predicho la gracia destinada a ustedes.


en lugar de eso, en su corazón reconozcan al Mesías como a Señor, dispuestos siempre a dar razón de su esperanza a todo el que les pida una explicación,


Además, el final de todo está cerca; por tanto, calma y sobriedad para poder orar.


Por mano de Silvano, hermano de toda confianza -que por tal lo tengo-, les he escrito esta breve carta para exhortarlos y confirmarles que ésta es la verdadera gracia de Dios: apóyense en ella.


Despéjense, espabílense, que su adversario el diablo, rugiendo como un león, ronda buscando a quién tragarse.


Todo el que tiene puesta en Jesús esta esperanza se purifica, para ser puro como él lo es.


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