Salmos 64 - Biblia Martin Nieto1 Al maestro de coro. Salmo de David 2 Escucha, oh Dios, la voz de mi lamento, guarda mi vida del terror del enemigo; 3 escóndeme de las bandas criminales, de las pandillas de los delincuentes. 4 Afilan su lengua como espadas y disparan como flechas palabras venenosas, 5 para herir desde el escondite al inocente, para herirlo por sorpresa y sin ser vistos. 6 Se hacen fuertes en sus actos delictivos, maquinan cómo tender lazos ocultos, y dicen: 'Nadie podrá vernos'. 7 Elaboran proyectos criminales, ponen a punto un plan perfecto: el hombre es insondable, su corazón es un abismo. 8 Pero Dios lanza sus flechas contra ellos y de repente brotan sus heridas; 9 sus propias palabras les harán caer, los que los vean se burlarán de ellos. 10 Presos de terror, todos los hombres publican lo que Dios ha hecho, y de estos hechos sacan la lección. |
Evaristo Martín Nieto©