Jeremías 40 - Nueva Biblia Española (1975)1 Palabras que el Señor dirigió a Jeremías después que Nabusardán, jefe de la guardia, lo tomó a su cargo en Rama, donde se encontraba encadenado entre los deportados de Jerusalén y de Judá que iban desterrados a Babilonia. 2 El jefe de la guardia mandó traer a Jeremías, y le dijo: El Señor, tu Dios, anunció esta calamidad contra esta ciudad; 3 el Señor lo cumplió y ejecutó lo que había dicho, porque habían pecado ustedes contra el Señor, desobedeciéndole; por eso les ha sucedido esto. 4 Pero ahora yo te suelto hoy las cadenas de tus brazos. Si quieres venir conmigo a Babilonia, yo te cuidaré; si no quieres venir conmigo a Babilonia, déjalo. Toda la tierra está delante de ti, y puedes ir a donde te parezca bien. 5 Si prefieres vivir con Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safan, a quien el rey de Babilonia ha nombrado gobernador de Judá, vive con él entre tu pueblo, o vete a donde te parezca bien. El jefe de la guardia le dio provisiones y regalos, y lo dejó libre. 6 Jeremías se fue con Godolías, hijo de Ajicán, a vivir con él, entre el pueblo que había quedado en el país. 7 Los capitanes, que estaban en el campo con sus hombres, oyeron que el rey de Babilonia había nombrado gobernador del país a Godolías, hijo de Ajicán, y que le había confiado los hombres, las mujeres y los niños y los pobres que no habían sido deportados a Babilonia. 8 Entonces fueron a visitar a Godolías en Atalaya: Ismael, hijo de Natanías; Juan y Jonatán, hijos de Carej; Sarayas, hijo de Tanjumet; los hijos de Efaí, el netofateo, y Yezanías, el macateo, todos ellos con sus hombres. 9 Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safan, les juró a ellos y a sus hombres: No teman someterse a los caldeos; habiten en el país, obedezcan al rey de Babilonia y les irá bien. 10 Yo tengo que quedarme en Atalaya, a disposición de los caldeos que vengan a visitarnos; ustedes cosechen vino, fruta y aceite, métanlo en vasijas, y habiten en los pueblos que les toque ocupar. 11 También los otros judíos que habitaban en Moab, Amón, Edom y en otros países oyeron que el rey de Babilonia había dejado un resto en Judá y que les había nombrado gobernador a Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safan. 12 Y volvieron todos los judíos de todos los sitios de la dispersión, y fueron a Judá a visitar a Godolías, en Atalaya. Y tuvieron una gran cosecha de vino y fruta. 13 Juan, hijo de Carej, y los capitanes que estaban en el campo fueron a ver a Godolías en Atalaya, 14 y le dijeron: ¿No sabes que Baalís, rey de Amón, ha enviado a Ismael, hijo de Natanías, para que te asesine? Pero Godolías, hijo de Ajicán, no les creyó. 15 Juan, hijo de Carej, habló secretamente a Godolías en Atalaya: Yo iré y mataré a Ismael, hijo de Natanías, y nadie lo sabrá. Así no te matarán a ti, no se dispersarán todos los judíos que se han reunido contigo y no perecerá el resto de Judá. 16 Godolías, hijo de Ajicán, respondió a Juan, hijo de Carej: No hagas eso. Es mentira lo que dices de Ismael. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.