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Jeremías 40:9 - Nueva Biblia Española (1975)

9 Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safan, les juró a ellos y a sus hombres: No teman someterse a los caldeos; habiten en el país, obedezcan al rey de Babilonia y les irá bien.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Y les juró Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán, a ellos y a sus hombres, diciendo: No tengáis temor de servir a los caldeos; habitad en la tierra, y servid al rey de Babilonia, y os irá bien.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Gedalías les juró que los babilonios no querían hacerles ningún daño. «No tengan miedo de servirles. Vivan en la tierra y sirvan al rey de Babilonia, y todo les irá bien —les prometió—.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Godolías, hijo de Ajigam, nieto de Safán, les hizo este juramento a ellos y a su gente: 'No teman a los jefes de los caldeos, quédense en el país, obedezcan al rey de Babilonia y en todo les irá bien.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y Gedalías ben Ahicam, hijo de Safán, les juró a ellos y a sus hombres, diciendo: No tengáis temor de servir a los caldeos. Habitad en la tierra, obedeced al rey de Babilonia, y os irá bien.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán, les hizo, a ellos y a sus hombres, el siguiente juramento: 'No temáis servir a los caldeos, estableceos en el país, servid al rey de Babilonia, y os irá bien.

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Jeremías 40:9
9 Tagairtí Cros  

viendo que es bueno el establo y que es hermosa la tierra, inclina el lomo a la carga y acepta trabajos de esclavo.


Godolías les juró: No teman someterse a los caldeos. Establézcanse en el país, obedezcan al rey de Babilonia y les irá bien.


Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien.


Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y cultiva la fidelidad;


Si una nación rinde el cuello y se somete al rey de Babilonia, la dejaré en su tierra, para que la cultive y la habite -oráculo del Señor- .


¡Ay, se sienta solitaria la capital del pueblo! Se ha quedado viuda la capital de las naciones, la princesa de las provincias, en trabajos forzados.


Arriesgamos la vida por el pan, pues la espada amenaza en descampado.


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