Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Mateo 9:36 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Viendo Jesús a las personas, tuvo compasión de ellas, pues estaban cansadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando vio a las multitudes, les tuvo compasión, porque estaban confundidas y desamparadas, como ovejas sin pastor.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Al contemplar aquel gran gentío, Jesús sintió compasión, porque estaban decaídos y desanimados, como ovejas sin pastor.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y viendo las multitudes, se le enternecieron las entrañas por ellas, porque estaban agotadas° y abatidas como ovejas que no tienen pastor.°

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Viendo a la gente sintió gran compasión por ellos, porque, cansados de andar y tirados por tierra, parecían ovejas sin pastor.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Mateo 9:36
18 Tagairtí Cros  

más bien, vayan a las ovejas perdidas de la casa de Israel.


Jesús desembarcó, vio a la gente, y sintió compasión de ellos y sanó a los enfermos.


Jesús contestó: – No fui enviado para ningún otro pueblo, sino para las ovejas perdidas de la casa de Israel.


Jesús llamó a sus discípulos, y dijo: – Siento compasión por la multitud, pues hace tres días que estas personas están conmigo, y no tienen nada que comer; y no deseo despedirlas sin darles comida, no sea que se desmayen en el camino.


Cuando Jesús desembarcó vio a una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, pues eran como ovejas sin pastor, y empezó a enseñarles muchas cosas.


– Tengo compasión de esta gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no han comido;


Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda empatizar y compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado.


Además, debe tratar con paciencia a los ignorantes y pecadores, ya que él mismo está sujeto a las debilidades y limitaciones de la existencia humana;