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Mateo 8:11 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Les digo a ustedes que muchas personas vendrán de oriente y occidente para sentarse a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos.

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Biblia Reina Valera 1960

Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y les digo que muchos gentiles vendrán de todas partes del mundo —del oriente y del occidente— y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en la fiesta del reino del cielo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Yo se lo digo: vendrán muchos del oriente y del occidente para sentarse a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos,

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y os digo que muchos vendrán del oriente y del occidente y se reclinarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Os digo, pues, que muchos vendrán de oriente y de occidente a ponerse a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino del cielo.

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Mateo 8:11
40 Tagairtí Cros  

Le contestaron: – Destruirá a estos labradores y arrendará la viña a otros labradores que sí le pagarán los frutos que le corresponden cuando llegue el tiempo de la cosecha.


Y enviará a sus ángeles con sonido de trompeta y reunirán a los seguidores del Mesías desde los cuatros puntos cardinales, desde un extremo del cielo hasta el otro extremo.


y decía: – Cambien su manera de pensar, porque cambiando su forma de pensar, su conducta y manera de vivir serán transformadas, pues el reino de los cielos se ha acercado.


Cuando Jesús escuchó estas palabras, se admiró y dijo a sus seguidores: – En verdad les digo, no he encontrado una persona en Israel que tenga tanta fe como este capitán.


Felices aquellos empleados, que cuando su jefe llega, los encuentre atentos; en verdad les digo, que el jefe los invitará a la mesa, y él mismo les servirá.


Aconteció que cuando el pobre murió, fue llevado por los ángeles al Seno de Abraham. También el rico murió y fue sepultado.


Y los que acompañaban a Pedro, que eran judíos fieles de la circuncisión, quedaron admirados porque el Espíritu Santo se había derramado como un don de la salvación sobre los que no eran judíos.


Cuando escucharon estas cosas, dejaron de discutir y glorificaron a Dios diciendo: – ¡Así que Dios también les ha permitido a los que no son judíos cambiar su forma de pensar y tener una nueva vida!


fortaleciendo y motivando a los discípulos, animándolos a continuar en la fe y enseñándoles que era necesario pasar por muchas aflicciones para entrar en el reino de Dios.


Cuando llegaron, reunieron a la iglesia y contaron todo lo que Dios hizo a través de ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los que no son judíos.


Pero en realidad Cristo ha sido resucitado de entre los muertos, y fue el primero de todos los que murieron.


¿Acaso no saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se engañen a ustedes mismos. Ni los que practican inmoralidad sexual, ni los idólatras, ni los que cometen adulterio, ni los lujuriosos, ni los pervertidos sexuales,


que no son judíos son coherederos y también miembros del cuerpo de Cristo y partícipes de la promesa en Jesucristo a través del Evangelio que transforma toda la existencia humana;


Ahora ya no importa ser griego o judío, circunciso o incircunciso, bárbaro o civilizado, esclavo o libre; lo que importa es que Cristo lo es todo y está en todos.


Ustedes han salido victoriosos en el justo juicio de Dios y serán considerados como dignos del reino de Dios, ya que por causa del reino están sufriendo.


de la tribu de Aser, doce mil; de la tribu de Neftalí, doce mil; de la tribu de Manasés, doce mil;