Estén preparados, ya que no saben ni el día ni la hora en que viene el Hijo del Hombre.
Mateo 26:38 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Y les dijo: – Mi alma está sufriendo intensamente hasta la muerte; permanezcan aquí y acompáñenme en mi dolor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Biblia Nueva Traducción Viviente Les dijo: «Mi alma está destrozada de tanta tristeza, hasta el punto de la muerte. Quédense aquí y velen conmigo». Biblia Católica (Latinoamericana) Y les dijo: 'Siento una tristeza de muerte. Quédense aquí conmigo y permanezcan despiertos. La Biblia Textual 3a Edicion y les dice: Una tristeza mortal está sobrecogiendo° mi alma. ¡Quedaos aquí y velad conmigo! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces les dice: 'Siento tristezas de muerte; quedaos aquí y velad conmigo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Él les dijo: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. |
Estén preparados, ya que no saben ni el día ni la hora en que viene el Hijo del Hombre.
y les dijo: – Mi ser está sufriendo tan intensamente que siento morir; permanezcan aquí y acompáñenme en mi dolor.
Ahora mi alma está angustiada, ¿y qué diré? ¡Oh, Papá! ¿Sálvame de este momento de angustia?; pero me pongo a pensar que para este momento vine a la tierra.
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó en favor de todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, a través de Él, todas las cosas?
Cristo no conoció el pecado, pero a favor de nosotros se hizo pecado, para que nosotros tuviéramos nuestra identidad justificada delante de Dios.
Cristo nos redimió de la maldición de la ley, e inclusive se hizo maldición en favor de nosotros, pues había sido escrito: “Maldito todo aquel que esté colgado en un madero”.
Él llevó nuestros pecados en su propio cuerpo a la cruz, a fin de destruir nuestros pecados, para que vivamos en su justicia; porque fuimos sanados por medio de sus heridas.
También Cristo, murió por nuestros pecados una vez, un justo dando vida a los injustos, con el propósito de conducir a los inconversos a Dios, habiendo sufrido la muerte en la carne, pero viviendo en el Espíritu.
El fin de todo se ha acercado: sean sabios, prudentes en sus conductas y oren constantemente.