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Mateo 20:23 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Jesús contestó: – A la verdad, mi copa la podrían beber, pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda, eso no lo puedo conceder, eso le corresponde a mi Padre, Él es el que ha decidido quienes podrán sentarse al lado mío.

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Biblia Reina Valera 1960

Él les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Jesús les dijo: —Es cierto, beberán de mi copa amarga; pero no me corresponde a mí decir quién se sentará a mi derecha o a mi izquierda. Mi Padre preparó esos lugares para quienes él ha escogido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús replicó: 'Ustedes sí beberán mi copa, pero no me corresponde a mí el concederles que se sienten a mi derecha o a mi izquierda. Eso será para quienes el Padre lo haya dispuesto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Les dice: A la verdad, de mi copa beberéis;° pero el sentarse a mi derecha e° izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes ha sido preparado por mi Padre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Él les replica: 'Cierto; beberéis mi cáliz. Pero sentarse a mi derecha y a mi izquierda no es cosa que yo pueda conceder; eso es para aquellos a quienes se lo ha reservado mi Padre'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Él les dijo: A la verdad de mi copa beberéis, y seréis bautizados con el bautismo que yo soy bautizado, pero el sentaros a mi mano derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre.

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Mateo 20:23
12 Tagairtí Cros  

Él respondió: – Porque a ustedes, que son mis discípulos, se les ha dado a conocer íntimamente los misterios del reino de los cielos, mas ellos no tuvieron la misma oportunidad.


Cuando los otros diez escucharon esto, se indignaron contra los dos hermanos.


Entonces el rey dirá a los que están a su derecha: “Vengan benditos de mi Padre, hereden el reino que había sido preparado para ustedes antes de la fundación del mundo.


pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde concederlo, Dios ya tiene preparados esos puestos para los que Él decidió.


Y mandó que asesinaran a espada a Santiago, el hermano de Juan.


Y si somos hijos, también somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con Él, también seremos glorificados con Él.


Sin embargo, escrito está: “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado y nadie ha imaginado lo que Dios tiene preparado para aquellos que lo aman”.


Firme es la esperanza que tenemos respecto a ustedes, porque sabemos que así como participan de nuestros sufrimientos, así también participaran de nuestra consolación.


Ahora siento alegría de los sufrimientos que estoy pasando en favor de ustedes, y estoy imitando a Cristo en las aflicciones que Él tuvo en su carne, en favor de la iglesia;


pero ellos aspiraban a una patria mejor, un hogar celestial. Por eso, Dios no se avergonzó de ser su Dios y les preparó una ciudad.


Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero en el sufrimiento, en el reino y en la perseverancia que tenemos en Jesús, me encontraba exiliado en la isla de Patmos por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús.