Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Mateo 25:34 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

34 Entonces el rey dirá a los que están a su derecha: “Vengan benditos de mi Padre, hereden el reino que había sido preparado para ustedes antes de la fundación del mundo.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

34 »Entonces el Rey dirá a los que estén a su derecha: “Vengan, ustedes, que son benditos de mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Entonces el Rey dirá a los que están a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

34 Entonces dirá el Rey a los de su derecha: ¡Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Venid, benditos de mi Padre: tomad en herencia el reino que para vosotros está preparado desde la creación del mundo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

Féach an chaibidil Cóip




Mateo 25:34
68 Tagairtí Cros  

todo esto para que se cumpliera la profecía: “Hablaré a través de parábolas, enseñaré cosas que habían estado escondidas desde la fundación del mundo”.


Y todo el que dejó casa, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos, campos, por causa de mi nombre, serán recompensados en gran manera y heredarán la vida eterna.


Jesús contestó: – A la verdad, mi copa la podrían beber, pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda, eso no lo puedo conceder, eso le corresponde a mi Padre, Él es el que ha decidido quienes podrán sentarse al lado mío.


Díganle a la hija de Sión: “Mira, tu rey viene hacia a ti, humilde, montado en un asno, y en pollino, hijo de asna”.


Le dijo el patrón al empleado: “¡Lo has hecho muy bien, eres un buen y fiel empleado, sobre lo poco has sido fiel, te pondré para que administres muchas cosas, entra a vivir la vida plena que tu Señor comparte contigo!”


Le dijo el patrón a este empleado: “¡Lo has hecho muy bien, eres un buen y fiel empleado, sobre lo poco has sido fiel, te pondré para que administres muchas cosas, entra a vivir la vida plena que tu Señor comparte contigo!”.


Y contestando el rey, dijo: “En verdad les digo, en la medida que lo hicieron a uno de mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicieron”.


Entonces el rey dirá a los que están a su izquierda: “Apártense de mí hacedores de maldad, vayan a la condenación eterna que ha sido preparada para el diablo y sus seguidores.


Y pusieron encima de su cabeza, de forma escrita, la causa de su sentencia a muerte: “ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS”.


y decía: – Cambien su manera de pensar, porque cambiando su forma de pensar, su conducta y manera de vivir serán transformadas, pues el reino de los cielos se ha acercado.


Por lo tanto, cualquiera que ignore uno de los mandamientos, aunque sea el más pequeño o insignificante, será muy pequeño en el reino de los cielos; pero aquel que practique y enseñe, hasta los más pequeños aspectos de la ley, será grande en el reino de los cielos.


Y cuando Jesús iba caminando, un hombre se le acercó, se arrodilló ante Él y le preguntó: – Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?


pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde concederlo, Dios ya tiene preparados esos puestos para los que Él decidió.


Y Él respondió: – En realidad, serán plenamente felices los que escuchan la palabra de Dios, la guardan en sus corazones y la practican.


entonces ustedes, los de esta generación, pagarán por la sangre de todos los profetas que ha sido derramada desde la fundación del mundo,


¡No teman, mi pequeño rebaño! Porque a Dios, su Padre, le agradó darles a ustedes el reino.


diciendo: – ¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor!. ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!


Natanael le respondió: – Rabí, tú eres el Hijo de Dios, eres el Rey de Israel.


tomó ramas de las palmeras, salió a recibirlo y gritaba diciendo: – ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el Nombre del Señor! ¡Tú eres el Rey de Israel!


Padre, deseo de todo corazón que donde yo esté, estén conmigo los creyentes que me diste, para que ellos vean mi gloria, la misma gloria que Tú me diste, ya que Tú me amaste antes de la creación del mundo.


Entonces los judíos gritaron: – ¡Fuera, fuera, crucifíquenlo! Así que Pilatos replicó: – ¿Quieren que crucifique a su rey? En ese momento los principales sacerdotes respondieron: – No reconocemos otro rey que no sea el emperador.


“Yo había prometido esto desde el principio”.


Cuando Dios resucitó a su Hijo, lo envió primero a ustedes, para darles la bendición de que cada uno se convierta de sus maldades.


Y si somos hijos, también somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con Él, también seremos glorificados con Él.


Les digo esto queridos hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; pues la mortalidad no hereda la inmortalidad.


Sin embargo, escrito está: “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado y nadie ha imaginado lo que Dios tiene preparado para aquellos que lo aman”.


¿Acaso no saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se engañen a ustedes mismos. Ni los que practican inmoralidad sexual, ni los idólatras, ni los que cometen adulterio, ni los lujuriosos, ni los pervertidos sexuales,


envidia, borracheras, orgías y otras cosas semejantes a estas, por lo que les advierto una vez más, que los que practican estas cosas no heredarán el reino de Dios.


Porque ustedes saben que ninguna persona inmoral, mala, codiciosa y que practique la idolatría es heredera o partícipe del reino de Dios.


con el propósito que caminen dignamente como llamados de Dios, participen de su reino y de su gloria.


Si soportamos todas las pruebas, también con Él reinaremos; si lo negamos, también Él nos negará.


Por eso, se me dará la corona de justicia, que es la suprema recompensa, que el Señor me otorgará en aquel día, Él es un juez justo y por eso no me la dará solamente a mí, sino que también la recibirán todos los que han perseverado en la fe y han creído en su revelación.


¿No son todos los ángeles espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación?


pero ellos aspiraban a una patria mejor, un hogar celestial. Por eso, Dios no se avergonzó de ser su Dios y les preparó una ciudad.


Todos los que tenemos una fe por identidad entramos en el descanso de Dios, pero a los que no la tienen, Dios les dijo: “Así que, en mi enojo, hice este juramento: Ellos nunca llegarán a su destino, pues si confiaran en mi promesa, lograrían descansar”. Aunque en realidad, Dios ya había preparado todo desde la fundación del mundo, ya había cumplido su parte.


Si fuera así con Cristo, habría tenido que sacrificarse muchas veces desde la fundación del mundo. Pero ahora, Él se ha manifestado y en estos últimos tiempos se ofreció de una vez y por todas, sacrificándose a sí mismo como una solución definitiva para el pecado.


Escuchen esto mis amados hermanos: ¿acaso Dios no llamó a los pobres según el mundo, para ser ricos en la fe por identidad y herederos del reino, que prometió para los que lo aman?


logrando el objetivo de la fe, que es una salvación integral del alma.


No devolviendo mal por mal, o maldición por maldición, sino practicando lo contrario, que produzcan bendición entre ustedes, ya que estas son actitudes y palabras que significan transformación para el bien, pues ustedes fueron llamados por Dios para que hereden y transmitan bendiciones.


A la bestia la adorarán todos los moradores de la tierra, aquellos que no tengan sus nombres escritos, desde la creación del mundo, en el libro de la vida del Cordero que fue sacrificado.


La bestia que viste, era pero ya no es; también está a punto de subir del abismo profundo, pero va rumbo a la destrucción. Los habitantes de la tierra, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se asombrarán al ver a la bestia, que era, pero ya no es, y va a venir.


Y tiene un nombre que ha sido escrito en su ropa y en su muslo: “REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”.


El vencedor, heredará todas estas cosas y Yo seré su Dios y él será mi hijo.


Los hiciste un reino y sacerdotes para nuestro Dios; ellos reinarán sobre la tierra.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí