Los que estaban en la barca adoraron a Jesús, diciendo: – ¡Verdaderamente eres el Hijo de Dios!
Marcos 3:11 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Los espíritus malignos, cuando veían a Jesús, se postraban ante Él y gritaban: – Tú eres el Hijo de Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Y, cuando los que estaban poseídos por espíritus malignos lo veían, los espíritus los arrojaban al suelo frente a él y gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!»; Biblia Católica (Latinoamericana) Incluso los espíritus malos, apenas lo veían, se arrojaban a sus pies y gritaban: 'Tú eres el Hijo de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando los espíritus inmundos lo veían, caían ante Él, y gritaban diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Biblia Serafín de Ausejo 1975 También los espíritus impuros, cuando lo veían, se postraban ante él gritando: 'Tú eres el Hijo de Dios'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de Él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. |
Los que estaban en la barca adoraron a Jesús, diciendo: – ¡Verdaderamente eres el Hijo de Dios!
Y viniendo el tentador, le dijo a Jesús: – Si eres Hijo de Dios, dile a estas piedras que se conviertan en pan.
y le dijo: – Si eres Hijo de Dios, arrójate abajo; porque está escrito: “Que los ángeles de Dios se encargarán de recibirlo en sus brazos, para que nunca tropiece con una piedra”.
Y los dos endemoniados le gritaron: – ¡Hijo de Dios!, ¿qué tienes contra nosotros?, ¿acaso tú viniste a este lugar para atormentarnos antes de tiempo?
Y los demonios suplicaban a Jesús: – Si nos vas a expulsar, envíanos a la piara de cerdos.
También expulsaba los demonios de muchas personas y ellos salían gritando: – Tú eres el Hijo de Dios. Pero Jesús no permitía que ellos hablaran, pues sabían que Él era el Mesías.
Cuando vio a Jesús, gritó horriblemente, se postró ante Él y exclamó con fuerza: – ¿Qué te hice, Jesús Hijo del Dios Altísimo? ¡Te ruego que no me atormentes!
Ella empezó a seguir a Pablo y a nosotros por todos lados, gritando: – Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, los cuales les anuncian a ustedes el camino de salvación.
Si alguno tiene hambre, coma en su casa, para que las reuniones de ustedes no se conviertan en un desorden y sea para condenación, porque se trata de una fiesta de amor. Los demás temas pendientes, los solucionaremos cuando los visite.
¿Tú crees que existe un solo Dios? Está bien; pero también los demonios creen en un solo Dios y lo temen.