Entonces Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu, para ser tentando por el diablo.
Lucas 2:27 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Guiado por el Espíritu, se dirigió al templo, y cuando los padres del niño Jesús lo llevaban para cumplir con las prescripciones de la ley, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, Biblia Nueva Traducción Viviente Ese día, el Espíritu lo guio al templo. De manera que, cuando María y José llegaron para presentar al bebé Jesús ante el Señor como exigía la ley, Biblia Católica (Latinoamericana) El Espíritu también lo llevó al Templo en aquel momento.
Como los padres traían al niño Jesús para cumplir con él lo que mandaba la Ley, La Biblia Textual 3a Edicion Y por el Espíritu entró en el templo; y cuando los padres trajeron adentro al niño Jesús, para hacer con Él conforme al rito de la ley, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Movido, pues, por el Espíritu, fue al templo. Al entrar los padres con el niño Jesús para cumplir la disposición de la ley con respecto a él, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino por el Espíritu al templo. Y cuando los padres metieron al niño Jesús en el templo, para hacer por Él conforme a la costumbre de la ley, |
Entonces Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu, para ser tentando por el diablo.
Cuarenta días después de que Jesús nació, se cumplieron los días de la purificación, conforme a la ley de Moisés, entonces lo llevaron al templo de Jerusalén, para presentarlo al Señor.
Cada año, los padres de Jesús iban a Jerusalén para la fiesta de la Pascua.
Al verle, sus padres se quedaron completamente sorprendidos y su madre, María, le dijo: – Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo nos encontrábamos angustiados, buscándote desesperadamente.
Entonces Jesús regresó con sus padres a Nazaret; como buen hijo se sujetó a ellos. Y María guardaba cuidadosamente todas estas cosas en su corazón.
Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán y fue guiado por el Espíritu en el desierto.
Pedro seguía reflexionando sobre la visión y el Espíritu le dijo: – Mira, unos hombres te buscan.
Y el Espíritu me dijo que los acompañara sin dudar. También fueron conmigo estos seis hermanos y entramos en la casa de Cornelio;
y cuando llegaron a la frontera de Misia, trataron de ir a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se los permitió.
Y el Espíritu dijo a Felipe: – Acércate al carruaje y camina junto a él.
pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios mandó a su Hijo que nació de una mujer y vivió bajo la ley;
En el día del Señor, el Espíritu se apoderó de mí y oí una voz fuerte como el sonido de una trompeta que provenía de atrás;
Luego el ángel me llevó en el espíritu a un desierto; allí vi a una mujer cabalgando en una bestia roja; la bestia tenía nombres blasfemos, con siete cabezas y diez cuernos;