El comandante se lo permitió. Pablo se puso de pie en las escaleras e indicó con la mano que todos guardaran silencio. Cuando se callaron, Pablo les habló en hebreo arameizado:
Hechos 26:14 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia todos caímos al suelo, y yo oí una voz que me decía en hebreo arameizado: – “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? ¿Qué sacas con dar golpes contra la pared? Lo único que logras al tratar de luchar contra mí es hacerte daño”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos caímos al suelo y escuché una voz que me decía en arameo: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Es inútil que luches contra mi voluntad”. Biblia Católica (Latinoamericana) Todos caímos al suelo y yo oí una voz que me decía en hebreo: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? En vano pataleas contra el aguijón. La Biblia Textual 3a Edicion Y al caer todos nosotros por tierra, oí una voz que me decía en lengua hebrea: ¡Saulo, Saulo! ¿por qué me persigues? ¡Dura cosa te es dar coces contra el aguijón! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Caímos a tierra todos, y oí una voz que me decía en dialecto hebreo: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Duro es para ti dar coces contra el aguijón'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra los aguijones. |
El comandante se lo permitió. Pablo se puso de pie en las escaleras e indicó con la mano que todos guardaran silencio. Cuando se callaron, Pablo les habló en hebreo arameizado:
Cuando lo escucharon hablando en hebreo arameizado, guardaron más silencio. Pablo continuó:
al medio día, cuando estaba en pleno camino, oh rey, vi una luz que venía del cielo y era más fuerte que el sol que nos iluminaba a mí y a los que venían conmigo;
Entonces le pregunté: – “¿Quién eres, Señor?” Y el Señor me respondió: – “Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
Pero los hombres que iban con Saulo por el camino se detuvieron asustados, escucharon la voz, pero no vieron nada.
¡El Señor no soporta la ambigüedad! Cristo nos quiere unidos a Él por completo.