Por ese motivo dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa, y los dos formarán una unidad conyugal;
Efesios 5:28 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Así también, los esposos deben amar sacrificialmente a sus esposas, como si fueran sus propios cuerpos; el que ama a su esposa, a sí mismo se ama. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Biblia Nueva Traducción Viviente De la misma manera, el marido debe amar a su esposa como ama a su propio cuerpo. Pues un hombre que ama a su esposa en realidad demuestra que se ama a sí mismo. Biblia Católica (Latinoamericana) Así deben también los maridos amar a sus esposas como aman a sus propios cuerpos: amar a la esposa es amarse a sí mismo. La Biblia Textual 3a Edicion Así los esposos deben amar a sus esposas como a sus mismos cuerpos. El que ama a su esposa, se ama a sí mismo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así deben, pues, los maridos amar a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así los maridos deben amar a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama. |
Por ese motivo dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa, y los dos formarán una unidad conyugal;
Los esposos, amen sacrificialmente a sus esposas, así como Cristo amó a su iglesia y entregó su vida por ella,
Nadie maltrata a su propia carne, por el contrario, la alimenta y la cuida, como también Cristo lo hizo por su iglesia;
Por eso, “dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne”.
Este es el modelo, cada uno de ustedes amen sacrificialmente a sus esposas, como a sí mismos; y la esposa, primero respétese a sí misma para respetar a su esposo.
Ustedes maridos, de igual forma, construyan o edifiquen en su interior una muy buena relación con sus esposas y trátenlas como joyas de mucho valor, dándole el lugar de alto honor que ellas merecen, ya que ellas deben vivir la alegría de la vida para que sus oraciones sean transparentes delante de Dios.