Lo que les digo en la oscuridad, díganlo en la luz; y lo que escuchan al oído, anúncienlo en las terrazas, es decir, que no haya secretos en la comunicación del Evangelio.
Apocalipsis 22:10 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia También me dijo: “No selles las palabras de la profecía de este libro y no las mantengas en secreto, porque el tiempo de Dios está cerca. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces me indicó: «No selles las palabras proféticas de este libro porque el tiempo está cerca. Biblia Católica (Latinoamericana) También me dijo: 'No pongas en lenguaje cifrado los mensajes proféticos de este libro, porque el tiempo está cerca. La Biblia Textual 3a Edicion Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este rollo, porque el tiempo está cerca. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y añadió: 'No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. |
Lo que les digo en la oscuridad, díganlo en la luz; y lo que escuchan al oído, anúncienlo en las terrazas, es decir, que no haya secretos en la comunicación del Evangelio.
Estamos viviendo tiempos muy importantes, y ustedes están distraídos, viviendo como si estuvieran dormidos. ¡Ya es hora de despertarse del sueño! Ya está muy cerca de nosotros la salvación; mucho más cerca que cuando empezamos a creer.
La noche avanzó y ya se acerca el día; por eso, dejemos a un lado las obras de la oscuridad y vistámonos con la armadura de la luz.
Que nadie los engañe de ninguna manera; pues primero viene un tiempo donde se niegue a Cristo y luego se manifestará el hombre de maldad, el hijo de la perdición;
El fin de todo se ha acercado: sean sabios, prudentes en sus conductas y oren constantemente.
que decía: – Escribe en un libro lo que ves y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
Plenamente feliz el que lee esta profecía y también los que escuchan y hacen caso de este mensaje, practicándolo, porque el tiempo está cerca.
Cuando los siete truenos hablaron, yo estaba por escribir, pero oí una voz del cielo que me decía: “Guarda en secreto con sello lo que dijeron los siete truenos y no lo escribas”.
Yo, Jesús, envié a mi ángel para que testifique a ustedes sobre todas estas cosas en las iglesias; Yo soy la raíz y la descendencia de David, la brillante estrella de la mañana”.
Yo testifico con mi propia vida por todo aquel que siga escuchando las palabras de la profecía de este libro; pero les advierto: si alguno cambia o distorsiona este mensaje, Dios les mandará las plagas descritas en este libro;
El que da testimonio de estas cosas con su propia vida dice: “Sí, yo estoy viniendo, llegaré pronto”. Amén. ¡Ven, Señor Jesús!
¡Miren que estoy viniendo! Plenamente feliz el que guarda las palabras de la profecía de este libro”.
Pero él me dijo: “¡No hagas eso! Yo solo soy un siervo como tú y tus hermanos, los profetas y todos los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios”.
En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un libro enrollado escrito por ambos lados y sellado con siete sellos.