Entonces el rey dio una orden a los empleados: amárrenlo de las manos y pies, y arrójenlo a la oscuridad de afuera, allí será el llanto y el rechinar de dientes.
2 Pedro 2:17 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Estos son manantiales sin agua y densas nubes empujadas por las tormentas; para los cuales la oscuridad ha sido reservada. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre. Biblia Nueva Traducción Viviente Estos individuos son tan inútiles como manantiales secos o como la neblina que es llevada por el viento. Están condenados a la más negra oscuridad. Biblia Católica (Latinoamericana) Son fuentes sin agua, nubes arrastradas por el huracán, que se convierten en densas tinieblas. La Biblia Textual 3a Edicion Éstos son fuentes sin agua, nubes impulsadas por la tormenta, para los cuales está reservada la negrura de las tinieblas.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éstos tales son fuentes sin agua, niebla empujada por el huracán. Para ellos está reservada la oscuridad de las tinieblas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Estos son fuentes sin agua y nubes empujadas por la tempestad; para los cuales está guardada la oscuridad de las tinieblas para siempre. |
Entonces el rey dio una orden a los empleados: amárrenlo de las manos y pies, y arrójenlo a la oscuridad de afuera, allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Y al empleado inútil, expúlsenlo de aquí, envíenlo donde hay oscuridad, allí será el llanto y el rechinar de dientes”.
Sin embargo, los que nacieron y crecieron en el reino, pero no tuvieron una fe por identidad, serán expulsados hacia fuera, a la oscuridad, allí será el llanto y el crujir de dientes.
Para que no seamos personas inmaduras, sacudidas por las nuevas falsas doctrinas y movidos por todo viento de malas enseñanzas causadas por personas que obran con astucia para inducirnos al error;
Ustedes no se han acercado a algo tangible como una montaña ardiendo en fuego, oscuridad, tinieblas, tormenta,
Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó a los calabozos oscuros del Tártaro y están esperando el juicio;
Lo mismo pasó con los ángeles que no guardaron en sí mismos los principios de Dios, sino que abandonaron su casa de santidad y buscaron por sus pecados un juicio en el Gran Día, en prisiones eternas donde la oscuridad reina.