La semilla que fue sembrada entre espinos, significa que la palabra ha sido escuchada, pero las preocupaciones de este tiempo y el engaño de las riquezas, ahogan la palabra, y esta se vuelve inútil en la vida de la persona.
1 Corintios 3:18 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia ¡No se engañen a ustedes mismos! Si alguno se cree sabio según la sabiduría de este mundo, primero hágase ignorante para ser verdaderamente sabio; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. Biblia Nueva Traducción Viviente Dejen de engañarse a sí mismos. Si piensan que son sabios de acuerdo con los criterios de este mundo, necesitan volverse necios para ser verdaderamente sabios. Biblia Católica (Latinoamericana) Que nadie se engañe. Si uno es sabio según el mundo y pasa por tal entre ustedes, que se haga tonto y llegará a ser sabio. La Biblia Textual 3a Edicion Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno entre vosotros piensa ser sabio en el tiempo presente, hágase necio para llegar a ser sabio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Que nadie se llame a engaño. Si alguno entre vosotros se tiene por sabio según este mundo, que se haga necio para hacerse sabio; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree ser sabio en este mundo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. |
La semilla que fue sembrada entre espinos, significa que la palabra ha sido escuchada, pero las preocupaciones de este tiempo y el engaño de las riquezas, ahogan la palabra, y esta se vuelve inútil en la vida de la persona.
Las personas que adquieran la sencillez y la humildad de un niño serán las más importantes en el reino de los cielos.
En verdad les digo, cualquiera que no reciba el reino de Dios con la actitud de un niño, de ningún modo entrará en él.
En verdad les digo que el reino de Dios le pertenece a los que son como niños, quien no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él.
Jesús respondió: – Miren, no se dejen engañar, porque muchos vendrán en mi nombre y dirán: “Yo soy el Mesías”, o “el tiempo ha llegado”, por favor, no les hagan caso.
Hermanos, no quiero que ustedes ignoren este misterio de salvación, para que no se vuelvan arrogantes; así que les explicaré lo que Dios ha revelado: algunos de los judíos se han vuelto muy tercos y no quieren creer en Jesucristo; pero solo se portarán así hasta que los no judíos pasen a formar parte de su pueblo.
Vivan en paz y unidad unos con otros; no sean arrogantes, no sobreestimen los bienes materiales, háganse solidarios con los humildes. No se crean mejores ni más sabios que los demás.
¡No se dejen engañar! Bien dice el dicho, que “las malas compañías corrompen las buenas costumbres”.
Si alguien destruye el templo de Dios, será destruido por Él; porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.
Hasta parece que, por la causa de Cristo, nosotros nos hemos convertido en tontos, mientras que ustedes se volvieron los sabios; nosotros somos débiles, pero ustedes son los fuertes; a ustedes los honran y a nosotros nos desprecian.
¿Acaso no saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se engañen a ustedes mismos. Ni los que practican inmoralidad sexual, ni los idólatras, ni los que cometen adulterio, ni los lujuriosos, ni los pervertidos sexuales,
Si alguien se cree superior, cuando en realidad no lo es, se está engañando a sí mismo.
No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.
Que nadie les engañe con palabrerías, porque por este motivo viene el castigo de Dios sobre los desobedientes;
pero las malas personas e impostoras, cosechan su propio fracaso, engañando y siendo engañadas.
Porque nosotros en el pasado fuimos necios, desobedientes, extraviados, éramos esclavos del pecado, teníamos en nuestros corazones malos deseos, éramos maliciosos, envidiosos, odiosos y gastábamos el tiempo practicando todo tipo de maldades a los seres humanos.
Vivan y practiquen la Palabra de salvación y no solamente se limiten a escucharla. Si solo la oyen y no la practican, ustedes mismos se engañan.
El que se cree espiritual, pero no frena su lengua, al contrario, emite opiniones que van en contra de la verdad y de la dignidad de las personas, se autoengaña y su vida espiritual es falsa.
Si decimos que no tenemos pecado, nos autoengañamos y la verdad, que es la coherencia entre el pensamiento y la realidad, no está en nosotros.