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Proverbios 13:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

La justicia protege al hombre que es recto, pero la maldad destruye al pecador.

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Biblia Reina Valera 1960

La justicia guarda al de perfecto camino; Mas la impiedad trastornará al pecador.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

La justicia protege el camino del intachable, pero el pecado engaña a los malvados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

La rectitud protege al hombre recto, la maldad lleva al malvado a su perdición.

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La Biblia Textual 3a Edicion

La justicia guarda al de perfecto camino, Pero la impiedad trastornará al pecador.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

La justicia guarda al que bien camina, la maldad derriba al pecador.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

La justicia guarda al que es recto en el camino; pero la maldad trastorna al pecador.

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Proverbios 13:6
14 Tagairtí Cros  

Entonces Salomón dijo: ―Si se comporta debidamente, no sufrirá ningún daño, pero si no, morirá.


Este era un gran pecado, y dio como resultado la destrucción del reinado de Jeroboán, y la muerte de toda su familia.


Ofreció sacrificios a los dioses del pueblo de Damasco que lo habían derrotado, porque pensó que por cuanto estos dioses habían ayudado a los reyes de Asiria, también podrían ayudarlo a él si les ofrecía sacrificios. Pero esto más bien fue su ruina y la ruina de su pueblo.


Dichosos los que van por caminos perfectos, los que andan conforme a la ley del Señor.


No permitas que prosperen los mentirosos aquí en nuestra tierra; que la calamidad caiga con gran fuerza y violencia.


Sólo el de conducta intachable, que practica la justicia y de corazón dice la verdad;


Dame por guardias la santidad y la integridad, pues espero que me protejas,


Retira toda acusación en contra mía, Señor; pues he procurado cumplir tus leyes y sin vacilación he confiado en ti.


El Señor protege a los rectos, pero destruye a los que hacen mal.


El Señor aborrece a los de corazón perverso, pero se agrada en los que viven con rectitud.


A los justos los guía su honestidad; a los falsos los destruye su hipocresía.


El justo observa la casa del malvado, y ve cuando este acaba en la ruina.


Al malvado lo tienen atrapado sus propios pecados, son cuerdas que lo atan y retienen.