El Señor habló a Manasés y a su pueblo, pero ellos no le hicieron caso.
Proverbios 1:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Repetidamente los he llamado y no quieren venir; les he tendido mi mano pero no me hacen caso. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, Biblia Nueva Traducción Viviente »Los llamé muy a menudo pero no quisieron venir; les tendí la mano pero no me hicieron caso. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Se van a rehusar cuando los llamo, no van a poner atención cuando les tiendo la mano? La Biblia Textual 3a Edicion He llamado, y os rehusasteis, Extendí mi mano, y no habéis hecho caso. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque yo llamo y vosotros no hacéis caso, extiendo la mano y nadie atiende. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque llamé, y no quisisteis oír: Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese; |
El Señor habló a Manasés y a su pueblo, pero ellos no le hicieron caso.
Pero el pueblo se burlaba de aquellos mensajeros de Dios, es decir, de los profetas, y no tenían respeto por la palabra del Señor. Por eso, llegó el día en que el Señor descargó su ira contra ellos, y ya no hubo más remedio.
Oculta a tus amados en el refugio de tu presencia, a salvo bajo tu mano, a salvo de las lenguas acusadoras.
El hombre que rechaza la corrección será destruido de repente y sin remedio.
¿Me faltaron fuerzas para librarlos? ¿Será por eso que la casa está silenciosa y vacía cuando llego? ¿No tendré ya poder para librar? No, esa no es la razón. Yo puedo reprender al mar y dejarlo seco, puedo convertir los ríos en desiertos cubiertos de peces agonizantes.
yo los «destinaré» a la espada, y su «suerte» será terrible, pues cuando llamé no me respondieron, cuando hablé no quisieron escuchar. Deliberadamente pecaron ante mi vista y resolvieron hacer a sabiendas lo que yo desprecio.
Pero mi propio pueblo —no obstante que el día entero he tenido los brazos abiertos para recibirlos— se ha rebelado; sigue sus propias sendas y pensamientos perversos.
Yo les enviaré grandes tribulaciones, todo cuanto ellos temían, pues cuando los llamé se negaron a responder, y cuando les hablé no quisieron escuchar. Por el contrario, ante mi propia vista hicieron lo malo, y a sabiendas escogieron lo que yo despreciaba.
Por lo tanto el Señor Dios de los ejércitos dice: ¡Como se niegan a escuchar o a responder cuando llamo, yo enviaré sobre Judá e Israel todo el mal que les he advertido!
«¡No vamos a escuchar los falsos mensajes que dices de parte del Señor!
Y ahora, dice el Señor, lo mismo haré aquí por todo este mal que ustedes han hecho. Una y otra vez les hablé de ello; con mucha insistencia les llamaba, pero no quisieron oír ni responder a mis advertencias. Por ello destruiré este templo como hice con Siló; este templo que lleva mi nombre, del que creen recibir garantía de seguridad, y este sitio que di a ustedes y a sus antepasados.
Están bien instalados en su mundo de mentiras, ahí se sienten como en su propia casa y de plano rehúsan acudir a mí, dice el Señor.
¡Por todo ello no me apiadaré, ni perdonaré, y aunque clamen por misericordia no les tendré lástima!».
Fue por esta situación que cuando ellos clamaron a mí, yo no atendí a sus ruegos, así como ellos no quisieron obedecerme cuando yo les hablé.
En cambio, Dios dijo esto acerca de Israel: «Todo el día le ofrecí ayuda a un pueblo desobediente y muy terco».
y consultó al Señor sobre lo que debía hacer. Pero el Señor no le contestó ni por sueños, ni por urim, ni por profetas.