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Proverbios 1:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

23 Escuchen mis correcciones y yo les abriré mi corazón, para que conozcan mis pensamientos.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber mis palabras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Vengan y escuchen mi consejo. Les abriré mi corazón y los haré sabios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Oigan pues mis advertencias, en este momento en que abro mi corazón y les doy a conocer mis pensamientos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 ¡Volveos ante mi reprensión, Y os manifestaré mi espíritu, Y os haré conocer mis palabras!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Atended mis advertencias; mirad que os abro mi espíritu, os doy a conocer mis palabras.

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Proverbios 1:23
26 Tagairtí Cros  

Porque menospreciaron mi consejo y rechazaron mi corrección,


porque menospreciaron mi consejo y rechazaron mi corrección,


El que acepta la corrección, va camino a la vida; el que la rechaza, va camino a la perdición.


Para aprender, se tiene que amar la disciplina, pero aborrecerla es ser un ignorante.


El hombre que rechaza la corrección será destruido de repente y sin remedio.


Porque estos mandamientos y enseñanzas son lámpara que alumbra tu camino delante de ti; su corrección y consejos son el camino de la vida.


Hasta que al fin desde el cielo se derrame el Espíritu sobre nosotros. Entonces volverán a producirse enormes cosechas,


Ábrase el cielo, derrame el cielo su justicia. Germinen unidas en la tierra la salvación y la justicia. Yo, el Señor, las creé.


¡Oh hijos que se han alejado de mí, regresen, pues yo soy su Señor y quiero llevarlos de regreso a la tierra de Israel, uno de aquí, otro de allá, en dondequiera que estén esparcidos,


Diles: “¡Se los aseguro, dice el Señor Dios, que no me complazco para nada en la muerte del impío, sino que deseo que el impío se arrepienta de sus maldades y viva! ¡Dejen de cometer maldades!, pues ¿por qué habrían de morir, oh israelitas?”.


Israel, vuelve a ser fiel al Señor, tu Dios, pues tu maldad te ha hecho caer en tan desastrosa situación.


Y ustedes se convencerán que yo estoy en medio de Israel, mi pueblo, y que sólo yo soy el Señor su Dios, y que no hay otro dios. Y mi pueblo nunca más recibirá un golpe como este.


Después de haber derramado mis lluvias de nuevo, ¡también derramaré mi Espíritu sobre todos ustedes! Sus hijos e hijas profetizarán, sus ancianos tendrán sueños y sus jóvenes tendrán visiones de parte de Dios.


En el tiempo que viene, cuando yo restaure la prosperidad de Judá y Jerusalén,


Entonces llenaré las vidas de los habitantes de Jerusalén de espíritu de gracia y oración, y ellos pondrán su atención en mí, a quien traspasaron, y se lamentarán de su antiguo error como se llora la muerte de un primogénito, habrá luto como si se les hubiera muerto el hijo mayor.


Pues si ustedes, que son malos, saben darles cosas buenas a sus hijos, con mayor razón el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan».


Lo que quería decir con esto era que los que creyeran en él recibirían el Espíritu. El Espíritu Santo todavía no había venido, porque Jesús aún no había sido glorificado.


Primero prediqué a los que estaban en Damasco, después a los de Jerusalén y de toda Judea, y luego a los que no eran judíos. A todos les prediqué que se arrepintieran y obedecieran a Dios, que demostraran su arrepentimiento haciendo buenas obras.


»Por eso, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios para que él los limpie de sus pecados


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