Sin embargo, el dinero que se daba para ofrendas por la culpa y por el pecado no se llevaba al templo del Señor, sino que se entregaba a los sacerdotes para su uso personal.
Oseas 4:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »¡Los sacerdotes se regocijan en las maldades cometidas por mi pueblo, pues en cuanto peor se porta la gente, más comida tienen ellos! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma. Biblia Nueva Traducción Viviente »Cuando la gente lleva su ofrenda por el pecado, los sacerdotes se alimentan. ¡Por eso se alegran cuando el pueblo peca! Biblia Católica (Latinoamericana) Y como comen de los animales que mi pueblo ofrece por el pecado, les conviene que mi pueblo siga pecando. La Biblia Textual 3a Edicion Se ceban con la ofrenda° del pecado de mi pueblo, Y a la iniquidad de éste elevan su anhelo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Del pecado de mi pueblo se alimentan, y a la iniquidad dirigen su apetito. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Comen del pecado de mi pueblo, y en su maldad levantan su alma. |
Sin embargo, el dinero que se daba para ofrendas por la culpa y por el pecado no se llevaba al templo del Señor, sino que se entregaba a los sacerdotes para su uso personal.
Solamente el de manos inocentes y corazón puro, el que no adora ídolos y nunca miente.
Son codiciosos como perros, jamás se satisfacen; son pastores insensatos a quienes sólo preocupa su propio interés, procurando obtener cuanto más pueden, no importándoles el origen.
«Hombre mortal, estos hombres tienen su corazón lleno de idolatría; su único interés es sacar ventaja de sus mentiras. ¿Debiera yo permitirles preguntarme algo?
¡Pero en lugar de ello han cultivado maldad por todos lados y por eso ha brotado una abundante cosecha de cosas malas! ¡Han recibido la recompensa por confiar en una mentira, pues creyeron que sus carros de guerra y su gran ejército podían darles seguridad!
Efraín se jacta: «¡Yo soy muy rico! ¡Lo he logrado todo por mi propia cuenta! ¡Nadie podrá probar que he engañado a alguien!».
Israel, vuelve a ser fiel al Señor, tu Dios, pues tu maldad te ha hecho caer en tan desastrosa situación.
Cuando los hijos de los sacerdotes tengan que tomar el lugar de sus padres, serán incorporados al oficio por medio de la presentación de este mismo sacrificio en el día de su unción. Esta es una ley perpetua. Estas ofrendas serán completamente quemadas delante del Señor. Nadie comerá parte alguna de ellas».
Los jueces son corruptos, pues reciben dinero para juzgar a favor de los ricos; los sacerdotes enseñan sólo si se les paga, y los falsos profetas le ponen precio a sus mensajes. Y como si esto fuera poco, mal usan el nombre del Señor, diciendo: «¡El Señor está entre nosotros! ¡Ningún mal nos puede acontecer!».
»¡Ah, si pudiera encontrar un sacerdote entre ustedes que cerrara las puertas y se negara a recibir ese tipo de sacrificios rituales! ¡No me traigan más esas ofrendas, pues estoy disgustado con ustedes, y me desagradan todas sus ofrendas! Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.
Esos maestros no están trabajando para Cristo nuestro Señor, sino para su propio beneficio. Le hablan a la gente con palabras bonitas y engañan fácilmente a los ingenuos.
Es preciso taparles la boca, pues en su afán por ganar dinero enseñando lo que no deben, ya han apartado de la verdad a varias familias.
Tan ambiciosos serán esos maestros que les dirán cualquier cosa con tal de sacarles dinero. Pero Dios hace tiempo que ha dictado sentencia contra ellos y su destrucción está por caerles encima.
Entonces, ¿por qué tanta codicia en cuanto a las ofrendas que me son ofrecidas? ¿Por qué has honrado más a tus hijos que a mí? Porque tú has dejado que ellos engorden tomando lo mejor de las ofrendas de mi pueblo.