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Números 30:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

«El Señor ha ordenado que cualquiera que le haga una promesa, ya sea de hacer algo o de dejar de hacer algo, deberá cumplirla fielmente. La persona que hace el voto deberá hacer exactamente lo que ha prometido.

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Biblia Reina Valera 1960

Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

un hombre que hace un voto al Señor o una promesa bajo juramento jamás deberá faltar a su palabra. Tiene que cumplir exactamente con lo que dijo que haría.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Moisés dijo a los jefes de las tribus de Israel:

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La Biblia Textual 3a Edicion

Cuando un hombre haga voto a YHVH, o jure imponiéndose una promesa, no quebrantará su palabra. Todo lo que salga de su boca lo cumplirá.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Habló Moisés a los jefes de las tribus de los israelitas, diciéndoles: 'Esto es lo que ha mandado Yahveh:

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no violará su palabra: hará conforme a todo lo que salió de su boca.

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Números 30:2
36 Tagairtí Cros  

Orarás, y él te escuchará, y tú cumplirás cuanto le hayas prometido.


¡Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo!


¡Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo,


Lo prometí una vez y lo prometeré otra vez: que obedeceré tus maravillosas leyes.


que no calumnia con la lengua, que no le hace mal a su prójimo, ni le acarrea desgracia a su vecino;


Me levantaré y te alabaré delante de todo el pueblo. Públicamente cumpliré mis votos en presencia de cuantos te adoran.


Lo que quiero de ti es verdadera gratitud a Dios; quiero que cumplas tus promesas al Altísimo.


Levantan la mano contra sus amigos y no cumplen sus compromisos.


Ciertamente cumpliré los votos que he hecho ante ti, Señor, y te presentaré mis ofrendas de gratitud por tu ayuda.


Hagan votos al Señor su Dios y cúmplanlos. Traiga cada uno su presente al Dios maravilloso,


»No usarás el nombre del Señor tu Dios en vano ni en forma irreverente. No dejaré sin castigo a quien se atreva a usar mi nombre sin el debido respeto.


Es peligroso prometerle algo al Señor antes de considerar el costo.


»Si alguien jura precipitadamente, sea el voto bueno o malo, en cuanto comprenda su error, será culpable.


¡Miren! Mensajeros descienden de las montañas trayendo buenas noticias: «Los invasores han sido derrotados y hemos sido salvados». ¡Judá, celebra un día de acción de gracias y ríndele un homenaje al Señor como prometiste, porque nunca más volverás a ser atacada por Nínive! ¡Ha sido destruida para siempre! ¡Jamás la volveremos a ver!


Entonces el pueblo de Israel hizo voto al Señor que si él les ayudaba a vencer al rey de Arad y a su pueblo, destruirían completamente las ciudades de aquella región.


»Si se ha casado y vive en casa de su marido cuando hace el voto,


Vayan y edifiquen ciudades para sus familias y rediles para sus rebaños. Hagan todo lo que han dicho.


¡Guías ciegos, ay de ustedes!, porque dicen que no importa que se jure en vano por el templo de Dios, pero si alguien jura en vano por el oro del templo, lo condenan. ¡Ciegos insensatos! ¿Qué es más importante, el oro o el templo que santifica el oro?


Y dicen que se puede jurar en vano por el altar, pero si se jura en vano por lo que está sobre el altar, lo condenan.


Por la mañana, los judíos planearon matar a Pablo. Juraron que no comerían ni beberían hasta lograrlo.


Fueron ante los jefes de los sacerdotes y los ancianos y les dijeron: ―Nosotros hemos jurado que no comeremos nada hasta que matemos a Pablo. Que nos caiga una maldición si esto no es así.


No les haga caso. En el camino habrá más de cuarenta hombres escondidos que lo estarán esperando. Ellos han jurado que no comerán ni beberán hasta que lo hayan matado, y que les caerá una maldición si no lo hacen. Ya están listos, sólo esperan que usted les conceda lo que le piden.


Pongo a Dios por testigo de que todavía no he ido a visitarlos porque no quiero ser duro con ustedes.


Entonces Jefté aceptó la comisión y fue hecho comandante en jefe y rey. El contrato fue ratificado delante del Señor en Mizpa, en una asamblea general de todo el pueblo.


luego regresó a donde estaba su padre, que hizo lo prometido. Así que ella nunca se casó. Y después llegó a ser una costumbre de Israel