Entonces Elías les ordenó: ―¡Agarren a todos los profetas de Baal! ¡Que ninguno escape! Ellos los atraparon a todos, y Elías los condujo al arroyo de Quisón, y allí los degolló.
Números 25:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Moisés, pues, ordenó a los jueces que ejecutaran a todos los que habían adorado a Baal. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno a aquellos de los vuestros que se han juntado con Baal-peor. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Moisés les ordenó a los jueces de Israel: «Cada uno de ustedes debe quitarles la vida a los hombres bajo su autoridad que se han unido a rendir culto a Baal de Peor». Biblia Católica (Latinoamericana) Moisés dijo a los jefes de Israel: 'Que cada uno mate a aquellos de sus hombres que se prostituyeron con el Baal de Fogor'. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Que cada uno mate a los hombres que se han apegado a Baal Peor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Moisés a los jueces de Israel: 'Matad cada uno a aquellos de los vuestros que se han inclinado ante el Baal de Peor'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno a aquellos de los suyos que se han juntado a Baal-peor. |
Entonces Elías les ordenó: ―¡Agarren a todos los profetas de Baal! ¡Que ninguno escape! Ellos los atraparon a todos, y Elías los condujo al arroyo de Quisón, y allí los degolló.
»Busca a algunos hombres capaces, piadosos y honestos, que odien el soborno, y desígnalos como jueces. Nombra un juez para cada mil personas. Y él, a su vez, tendrá a su cargo diez jueces; y cada uno de estos estará a cargo de cien personas. Bajo cada uno de los jueces de cien habrá dos jueces, cada uno a cargo de cincuenta personas. Y cada uno de estos tendrá cinco jueces a su cargo, uno para cada diez personas.
»Cualquiera que ofrezca sacrificios a otros dioses, en vez de ofrecérselos sólo al Señor, será condenado a muerte.
No mucho después Israel entero adoraba a Baal, el dios de Moab, y la ira del Señor se encendió en contra de su pueblo, y los castigó con una plaga.
deberás declarar la guerra a esa ciudad y destruir completamente a todos sus habitantes, y aun el ganado.
Si un pariente cercano, o un amigo muy íntimo, o aun un hermano, hermana, hija o hijo, te sugiere que vayas y adores a dioses extraños,
Deberá morir. Tu propia mano será la primera que se levante en su contra para darle muerte, y luego la mano de todo el resto del pueblo.
¡Todavía cargamos con la culpa de Peor, de la cual aún no hemos sido limpiados a pesar de la plaga que nos azotó,