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1 Reyes 18:40 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

40 Entonces Elías les ordenó: ―¡Agarren a todos los profetas de Baal! ¡Que ninguno escape! Ellos los atraparon a todos, y Elías los condujo al arroyo de Quisón, y allí los degolló.

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Biblia Reina Valera 1960

40 Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

40 Entonces Elías ordenó: «Atrapen a todos los profetas de Baal. ¡No dejen que escape ninguno!». Entonces los agarraron a todos, y Elías los llevó al valle de Cisón y allí los mató.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

40 Entonces Elías les dijo: '¡Detengan a los profetas de Baal, que no escape ninguno!' Los apresaron; Elías mandó que los bajaran al torrente Cisón y allí los degolló.

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La Biblia Textual 3a Edicion

40 Y Elías les dijo: ¡Prended a los profetas de Baal! ¡Que ninguno escape! Y los prendieron, y Elías bajó con ellos al arroyo de Cisón, y allí los degolló.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

40 Ordenó entonces Elías: 'Prended a los profetas de Baal, que no escape ni uno'. Los prendieron y Elías los hizo bajar al torrente Quisón y allí los degolló.

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1 Reyes 18:40
17 Tagairtí Cros  

Después Elías le dijo a Acab: ―Ve y disfruta de una buena comida. Oigo que se acerca una tormenta.


Cuando Acab le contó a Jezabel lo que había hecho Elías, y cómo había dado muerte a los profetas de Baal,


Todos acudieron al santuario de Baal para destruirlo, y rompieron sus altares e imágenes, y mataron a Matán, el sacerdote de Baal, frente al altar. Joyadá puso guardias en el templo del Señor.


Así que la agarraron, la llevaron al palacio real por la puerta de la caballería, y ahí la mataron.


Entonces, toda la gente se dirigió al santuario de Baal y lo derribó, derribó sus altares e ídolos, y dio muerte, delante del altar, a Matán, el sacerdote de Baal.


»Cualquiera que ofrezca sacrificios a otros dioses, en vez de ofrecérselos sólo al Señor, será condenado a muerte.


¡Malditos quienes refrenan sus espadas de derramar la sangre de ustedes, negándose a realizar la obra que el Señor les ha encomendado!


»El profeta que trate de desviarte debe morir, porque ha tratado de fomentar rebelión contra el Señor tu Dios que te sacó de la esclavitud en Egipto. Con su ejecución habrás quitado el mal de en medio de ti.


Si un pariente cercano, o un amigo muy íntimo, o aun un hermano, hermana, hija o hijo, te sugiere que vayas y adores a dioses extraños,


Pero si un profeta dice traer un mensaje mío sin ser cierto, ese profeta morirá. Y cualquier profeta que afirme tener un mensaje de otros dioses deberá morir”.


Y la bestia cayó presa, y con ella el falso profeta que podía realizar milagros en presencia de la bestia. Con esos milagros había engañado a los que aceptaron la marca de la bestia y adoraron su imagen. Los dos fueron arrojados vivos en el lago de fuego que arde con azufre.


Entonces el diablo, el que los había vuelto a engañar, será arrojado al lago de fuego y azufre, en el que ya estaban la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.


marchó con todo su ejército, incluyendo novecientos carros de hierro, y marchó desde Jaroset Goyin hasta el arroyo Quisón.


Llévalos hasta el monte Tabor, para ofrecer batalla a Jabín y a su poderoso ejército con todos sus carros, que están al mando del general Sísara. El Señor dice: “Yo los conduciré hasta el río Quisón, y allí los derrotarás”.


El arroyo de Cisón los barrió. ¡Adelante, oh alma mía, con fortaleza!


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