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Números 20:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

y se formó un gran tumulto: «Ojalá hubiésemos muerto junto con los hermanos nuestros que Dios mató —lloraban ante Moisés—.

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Biblia Reina Valera 1960

Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El pueblo culpó a Moisés y dijo: «¡Si tan solo hubiéramos muerto con nuestros hermanos delante del Señor!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Se encararon con Moisés y le dijeron: '¿Por qué no morimos mejor en presencia de Yavé como nuestros hermanos?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y el pueblo contendió con Moisés, y hablaron diciendo: ¡Ojalá hubiéramos perecido cuando nuestros hermanos murieron delante de YHVH!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El pueblo se querelló contra Moisés y le dijo: '¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Yahveh!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y altercó el pueblo con Moisés, y hablaron diciendo: ¡Fuera bueno que nosotros hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!

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Números 20:3
13 Tagairtí Cros  

pues lo sacaron de quicio y él habló sin pensar lo que decía.


Murmuraron contra Dios diciendo: «Dios no puede darnos comida en el desierto,


Así que una vez más los israelitas se enojaron con Moisés y le dijeron: ―¡Danos agua, pues nos estamos muriendo de sed! Moisés les dijo: ―¿Por qué se enojan conmigo? ¿Están tratando de nuevo de poner a prueba la paciencia del Señor?


Les fue menos mal a los que fueron muertos por las heridas de espada que a aquellos que lentamente se mueren de hambre.


El pueblo empezó pronto a quejarse, y el Señor lo oyó. Su furor se encendió contra ellos a causa de sus quejas, y el fuego del Señor empezó por destruir a los que se encontraban en uno de los extremos del campamento.


antes que entrar a ese país que tenemos ante nosotros. El Señor permitirá que nos maten allí y nuestras esposas e hijos serán esclavos. Regresemos a Egipto».


Pero alcanzaron a morir catorce mil setecientas personas (además de los que habían muerto el día anterior con Coré).