Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Éxodo 17:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 Así que una vez más los israelitas se enojaron con Moisés y le dijeron: ―¡Danos agua, pues nos estamos muriendo de sed! Moisés les dijo: ―¿Por qué se enojan conmigo? ¿Están tratando de nuevo de poner a prueba la paciencia del Señor?

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová?

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Así que el pueblo volvió a quejarse contra Moisés: —¡Danos agua para beber! —reclamaron. —¡Cállense! —respondió Moisés—. ¿Por qué se quejan contra mí? ¿Por qué ponen a prueba al Señor?

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Le reclamaron a Moisés, diciendo: 'Danos agua para beber. Moisés les contestó: '¿Por qué me reclaman ustedes a mí?, ¿por qué tientan a Yavé?'

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y disputó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué disputáis conmigo? ¿Por qué tentáis a YHVH?

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Entonces se querelló el pueblo contra Moisés, diciendo: 'Danos agua para que bebamos'. Moisés les respondió: '¿Por qué os querelláis contra mí? ¿Por qué tentáis a Yahveh?'.

Féach an chaibidil Cóip




Éxodo 17:2
32 Tagairtí Cros  

Pero ¡muy pronto olvidaron lo que él había hecho, y no esperaron para conocer sus planes.


En el desierto se entregaron a sus deseos; en los páramos pusieron a prueba a Dios.


Con toda intención pusieron a Dios a prueba, exigiéndole comida a su antojo.


Una y otra vez pusieron a prueba la paciencia de Dios, y provocaron al Santo de Israel.


Pero aunque hizo todo esto por ellos, continuaron poniendo a prueba la paciencia de Dios; rebelándose contra el Dios Altísimo y negándose a cumplir sus mandatos.


No endurezcan su corazón como lo hizo Israel en el desierto, en Meribá y Masá.


Porque allí sus padres dudaron de mí y me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras. ¡Cómo abusaron de mi paciencia con sus quejas!


El pueblo se quejó contra Moisés, y le reclamó: «¿Y qué vamos a beber?».


A ese lugar, Moisés lo llamó Masá, que significa tentación, porque allí los israelitas tentaron al Señor, diciendo: «¿Está el Señor entre nosotros, o no?». También lo llamó Meribá, que significa queja, pues allí el pueblo de Israel se quejó contra Dios.


y les dijeron: «Que Dios los juzgue por habernos hecho odiosos al faraón y a su pueblo. Ustedes le han dado una excusa para que nos mate».


Pero el rey se negó y dijo: ―¡Jamás importunaré al Señor con nada semejante!


De ahora en adelante, en lo que respecta a nosotros, más bien afirmaremos que los soberbios son dichosos. Porque es evidente que los que hacen el mal son los que prosperan y los que viven sin seguir las instrucciones de Dios salen bien librados de cualquier situación”».


Elevaron sus voces como un gran coro de quejas en contra de Moisés y Aarón. «Preferiríamos haber muerto en Egipto —se quejaban— o aun aquí en el desierto,


ninguno de los hombres que vieron mi gloria y los milagros que hice en Egipto y en el desierto (y diez veces se negaron a confiar en mí y a obedecerme)


Comenzaron a murmurar contra el Señor y a quejarse contra Moisés. ―¿Por qué nos trajiste desde Egipto para morir en este desierto? Aquí no hay nada para comer, nada para beber y ya estamos hastiados de este insípido maná.


―Pero las Escrituras también dicen: “No pongas a prueba a tu Dios” —le respondió Jesús.


Un día, el menor le dijo a su padre: “Papá, dame la parte que me toca de la herencia”. Entonces el padre repartió sus bienes entre los dos.


Jesús le respondió: ―También en la Escritura dice: “No pongas a prueba al Señor tu Dios”.


¿Nos atreveremos a provocar a Dios, poniendo sobre los gentiles un yugo que ni nosotros ni nuestros padres hemos podido llevar?


Le dijo Pedro: —¿Por qué se pusieron de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? Detrás de esa puerta están los jóvenes que acaban de enterrar a tu esposo y ahora te sacarán también a ti.


No pongamos a prueba al Señor, porque muchos de ellos lo hicieron y murieron mordidos por serpientes.


No debes provocarlo ni probar su paciencia como lo hiciste cuando te quejaste en su contra en Masá.


»Nuevamente en Taberá, y luego en Masá y en Quibrot Hatavá, ustedes hicieron que se encendiera la ira del Señor.


Allí sus antepasados me tentaron y me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras por cuarenta años.


Esto puso a Samuel terriblemente molesto y fue a consultar al Señor.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí