Le he dicho a Dios: No te limites a condenarme: dime por qué lo haces.
Números 11:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 le dijo al Señor: «¿Por qué me has elegido a mí para darme una carga semejante con este pueblo? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? Biblia Nueva Traducción Viviente y le dijo al Señor: —¿Por qué me tratas a mí, tu servidor, con tanta dureza? ¡Ten misericordia de mí! ¿Qué hice para merecer la carga de todo este pueblo? Biblia Católica (Latinoamericana) Le dijo a Yavé: '¿Por qué tratas tan mal a tu servidor? ¡No me has hecho ningún favor al imponerme la carga de todo este pueblo!' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces dijo Moisés a YHVH: ¿Por qué maltratas a tu siervo? ¿Por qué no he hallado gracia ante tus ojos, para que hayas echado la carga de todo este pueblo sobre mí? Biblia Serafín de Ausejo 1975 y dijo a Yahveh: '¿Por qué has tratado tan mal a tu siervo? ¿Por qué no gozo de tu favor, sino que echas sobre mí la carga de todo este pueblo? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Moisés dijo a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? |
Le he dicho a Dios: No te limites a condenarme: dime por qué lo haces.
Si tú tomaras en cuenta nuestros pecados ¿quién, Señor, podría seguir vivo?
¡No me sometas a juicio! Porque, comparado contigo, nadie es perfecto.
Moisés, entonces, oró al Señor, y le dijo: ―¿Qué haré con esta gente? ¡Están a punto de apedrearme!
Entonces Moisés oró al Señor, y le dijo: ―Señor, ¿cómo puedes maltratar a tu pueblo de esta manera? ¿Por qué me enviaste, si ibas a hacerles esto?
Entonces Jeremías dijo: «¡Qué tristeza tengo, madre mía! ¡Parece que nací sólo para sufrir y ser criticado por toda la gente! Porque donde quiera que voy me detestan. No soy ni acreedor pronto a cobrar una hipoteca ni deudor moroso, y sin embargo, todos me maldicen.
»Óiganme bien; ustedes han dicho: “De nada sirve respetar a Dios y obedecerlo. ¿Qué provecho hay en seguir sus instrucciones, y en entristecernos y arrepentirnos por nuestras malas acciones?
Moisés oyó que las familias lloraban de pie delante de sus tiendas, y el furor del Señor se encendió. También Moisés se disgustó mucho, y
Si me vas a tratar así, mándame la muerte; me harías un favor. ¡Déjame salir de esta situación insoportable!».
Y a todo esto se ha sumado siempre mi preocupación por el estado de las iglesias;
Pero ¿qué puede hacer un hombre solo para resolver las dificultades, los pleitos y los problemas que hay entre ustedes?