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Números 10:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

y los israelitas salieron del desierto de Sinaí y siguieron la nube hasta que esta se detuvo en el desierto de Parán.

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Biblia Reina Valera 1960

Y partieron los hijos de Israel del desierto de Sinaí según el orden de marcha; y se detuvo la nube en el desierto de Parán.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces los israelitas salieron del desierto de Sinaí y viajaron de un lugar a otro hasta que la nube se detuvo en el desierto de Parán.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

y los hijos de Israel partieron del desierto de Sinaí caminando por etapas. La Nube se detuvo en el desierto de Parán.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y los hijos de Israel partieron por sus jornadas desde el desierto de Sinay, hasta que la nube se posó en el desierto de Parán.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces los israelitas partieron, por etapas, del desierto del Sinaí; y la nube se paró en el desierto de Parán.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y partieron los hijos de Israel del desierto de Sinaí según el orden de marcha; y la nube se detuvo en el desierto de Parán.

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Números 10:12
22 Tagairtí Cros  

Por último, pasaron a las montañas de Seír y derrotaron a los horeos, a quienes persiguieron hasta El Parán, que está cerca del desierto.


Salieron de Sucot y acamparon en Etam, a la entrada del desierto.


»Veo a Dios, el Santo, que viene desde Temán, desde el monte de Parán. Su brillante esplendor llena los cielos y la tierra. Su gloria llena los cielos, y la tierra está llena de cantos en su honor. ¡Qué Dios maravilloso es él!


El primer día del segundo mes del segundo año desde la salida de los israelitas de Egipto, el Señor dio las siguientes instrucciones a Moisés, que se encontraba en el santuario, en el desierto del Sinaí.


Tras dejar el monte Sinaí, viajaron tres días con el cofre al frente de la columna, para elegir lugar donde detenerse.


Después salieron de Jazerot y acamparon en el desierto de Parán.


Informaron a Moisés, a Aarón y a todo el pueblo de Israel en el desierto de Parán, en Cades, y les mostraron el fruto de la tierra que habían traído consigo.


Moisés hizo lo que el Señor le había ordenado y envió desde el desierto de Parán a las siguientes personas, una por cada tribu: Samúa, hijo de Zacur, de la tribu de Rubén; Safat, hijo de Horí, de la tribu de Simeón; Caleb, hijo de Jefone, de la tribu de Judá; Igal, hijo de José, de la tribu de Isacar; Oseas, hijo de Nun, de la tribu de Efraín; Palti, hijo de Rafú, de la tribu de Benjamín; Gadiel, hijo de Sodi de la tribu de Zabulón; Gadí, hijo de Susi, de la tribu de José (realmente era parte de la tribu de Manasés); Amiel, hijo de Gemalí, de la tribu de Dan; Setur, hijo de Micael, de la tribu de Aser Najbi, hijo de Vapsi, de la tribu de Neftalí; Geuel, hijo de Maquí, de la tribu de Gad.


Así pues, el pueblo de Israel asentó sus campamentos situándose y marchando cada tribu bajo su bandera, en los lugares que el Señor le había indicado a Moisés.


El Señor le dio estas instrucciones a Moisés cuando él y el resto de Israel estaban en la península de Sinaí, durante el primer mes del segundo año tras su salida de Egipto:


Cuando la nube se levantaba, el pueblo de Israel la seguía hasta donde se detenía, y acampaba allí.


que la celebración de la Pascua comenzaría al atardecer del día catorce, allí mismo; en la península de Sinaí, tal como el Señor había ordenado.


Este libro registra las palabras que Moisés dirigió al pueblo de Israel cuando estaba acampado en el valle del Arabá en el desierto de Moab, al oriente del río Jordán. Las ciudades que había en la zona eran Parán, Tofel, Labán, Jazerot y Dizahab.


»Luego nos alejamos del monte Horeb y viajamos a través del desierto grande y terrible, y llegamos finalmente a las montañas de los amorreos a las cuales el Señor nuestro Dios nos había dirigido. Estábamos entonces en Cades Barnea (en el límite con la Tierra prometida) y le dije al pueblo: “El Señor, el Dios de nuestros antepasados, nos ha dado esta tierra. Vayan y poséanla como él nos ha dicho. No teman, ni duden”.


Vayan ahora y ocupen la región montañosa de los amorreos, el valle del Arabá, el Néguev, y toda la tierra de Canaán y el Líbano: toda el área desde las costas del mar Mediterráneo hasta el río Éufrates.


«El Señor vino a nosotros en el monte Sinaí, apareció desde el monte Seír; resplandeció desde el monte Parán, rodeado por diez millares de ángeles, y con fuego flameante en su mano derecha.


Poco después murió Samuel. Todo Israel se reunió para su funeral y lo sepultaron en la propiedad de su familia en Ramá. Mientras tanto, David, descendió al desierto de Parán.