Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Habacuc 3:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

3 »Veo a Dios, el Santo, que viene desde Temán, desde el monte de Parán. Su brillante esplendor llena los cielos y la tierra. Su gloria llena los cielos, y la tierra está llena de cantos en su honor. ¡Qué Dios maravilloso es él!

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

3 Dios vendrá de Temán, Y el Santo desde el monte de Parán. Selah Su gloria cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 »¡Veo a Dios cruzando el desierto de Edom; el Santo viene desde el monte Parán! Su brillante esplendor llena los cielos, y la tierra se llena de su alabanza.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Viene Dios de Temán, el Santo, desde el monte Parán. Su majestad envuelve los cielos y su Gloria repleta la tierra.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Dios viene desde Temán, El Santo, de los montes de Parán. SelahSu esplendor eclipsa los cielos y la tierra se llena de sus alabanzas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Dios viene de Temán, el Santo del monte Parán. Selah Su majestad cubre los cielos, de su gloria se llena la tierra.

Féach an chaibidil Cóip




Habacuc 3:3
32 Tagairtí Cros  

Porque él está muy por encima de las naciones; su gloria es mucho más grande que los cielos.


Alaben todos el nombre del Señor, porque sólo su nombre es muy grande; su gloria está por encima de la tierra y de los cielos.


Muchos dicen que Dios jamás me ayudará


Clamé al Señor a voz en cuello, y él me respondió desde su monte santo.


No pequen permitiendo que el enojo los controle. Medítenlo cuando por la noche vayan a descansar.


La honra a tu nombre, oh Dios, y la alabanza, a ti llega hasta los confines de la tierra; tu diestra está llena de victoria.


Rodeado de carros que se cuentan por millares; el Señor viene del monte Sinaí para entrar en su santo templo.


El Señor es célebre por la forma en que hace caer a los malvados en sus propios lazos.


Hazlos temblar de miedo; bájales los humos hasta que comprendan que no son sino frágiles hombres.


Todos los israelitas vieron los relámpagos y el humo que subía del monte, y oyeron los truenos y el toque de la trompeta, y se quedaron lejos, temblando de miedo.


¡Ay de quienes corren a Egipto en busca de ayuda y confían en su poderosa caballería y sus carros, en vez de poner la mirada en el Santo de Israel y consultarlo a él!


En gran coro antifonal cantaban: ―Santo, Santo, Santo es el Señor Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria.


Así fue antiguamente cuando tú descendiste, pues realizaste obras portentosas, superiores a nuestras más grandes esperanzas, ¡y cómo temblaron los montes!


El Señor de los ejércitos dice: ¿Qué se hicieron todos tus sabios del pasado? ¿No quedó ni uno en todo Temán? ¿No hay nadie que pueda dar un consejo prudente?


Y de repente la presencia majestuosa del Dios de Israel apareció del lado oriente. El sonido de su venida era como el estrépito de caudalosas aguas y todo el horizonte resplandeció con su presencia majestuosa.


En castigo por eso prenderé un fuego en Temán que consumirá todas las fortalezas de Bosra».


Los soldados más valientes de Temán estarán temblando de miedo, y los que habitan en la región montañosa de Esaú también caerán en la masacre.


Viene el día en que la tierra será llena del conocimiento de la fama del Señor, así como las aguas cubren los mares.


y los israelitas salieron del desierto de Sinaí y siguieron la nube hasta que esta se detuvo en el desierto de Parán.


«El Señor vino a nosotros en el monte Sinaí, apareció desde el monte Seír; resplandeció desde el monte Parán, rodeado por diez millares de ángeles, y con fuego flameante en su mano derecha.


y me rogaron: “Hoy nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza; hemos oído su voz desde el centro del fuego. Ahora sabemos que una persona puede oír a Dios y no morir;


Poco después murió Samuel. Todo Israel se reunió para su funeral y lo sepultaron en la propiedad de su familia en Ramá. Mientras tanto, David, descendió al desierto de Parán.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí