Las mujeres de Moab son dejadas en los bajos del río Arnón, como aves sin nido.
Miqueas 1:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Allí van los de Safir, llevados como esclavos, azotados, desnudos y avergonzados. Los habitantes de Zanán no se atreven a salir fuera de sus murallas. Los habitantes de Bet Ésel están llorando, y ustedes se quedan sin su apoyo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pásate, oh morador de Safir, desnudo y con vergüenza; el morador de Zaanán no sale; el llanto de Betesel os quitará su apoyo. Biblia Nueva Traducción Viviente Ustedes, pueblo de Safir, vayan como cautivos al destierro, desnudos y avergonzados. El pueblo de Zaanán no se atreve a salir de sus murallas. El pueblo de Bet-esel gime porque su casa no tiene apoyo. Biblia Católica (Latinoamericana) Habitante de Safi, toca el clarín. Que no salgan de su ciudad los que viven en Sanán. Betaesel es arrancada de sus cimientos, en los que se apoyaba. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Sal,° oh moradora de Safir, en vergüenza y desnudez! Los moradores de Saanán no se atreven a salir. Bet-esel está de duelo, y te quitó su apoyo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tocad la trompeta, habitantes de Safir. De su ciudad no salgan los que habitan en Saanán. Bet Haesel ha sido arrancada desde sus cimientos, del lugar donde se asienta. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pásate desnuda con vergüenza, oh moradora de Safir: la moradora de Saanán no salió al llanto de Bet-esel: tomará de vosotros su tardanza. |
Las mujeres de Moab son dejadas en los bajos del río Arnón, como aves sin nido.
Porque el rey de Asiria se llevará cautivos a los egipcios y etíopes, obligándolos a andar desnudos y descalzos, tanto a jóvenes como a ancianos, con las nalgas al viento para vergüenza de Egipto.
Y si te preguntas: «¿Por qué me ocurre todo esto?», debes saber que es debido a lo grosero de tus pecados; por eso has sido violada y arruinada por el ejército invasor.
¡Ay, que Moab tuviera alas para escapar, pues no quedará en sus ciudades persona con vida!
esto es lo que voy a hacer: Juntaré a todos tus aliados, esos amantes tuyos con quienes has fornicado, tanto los que amaste como los que aborreciste, y te desnudaré ante ellos para que te vean humillada y te avergüences.
Ellos procederán contigo con odio, y te robarán todo lo que posees, dejándote desnuda y a la intemperie. ¡La vergüenza de tu prostitución será expuesta ante todo el mundo!
Lloraré y me sentiré muy triste; andaré descalzo y desnudo. Aullaré como si fuera un chacal, y chillaré como si fuera un avestruz herido.
«No te extrañes ahora que esté en tu contra», dice el Señor Todopoderoso. «Te levantaré las faldas hasta el rostro para que todo mundo pueda ver tu desnudez y así quedes avergonzada en público. Ahora toda la tierra verá tu desnudez y tu vergüenza.
Entonces ustedes podrán escapar por aquel valle, hacia Asal. Sí, huirán como lo hicieron sus antepasados hace muchos años, cuando hubo un terremoto en tiempos de Uzías, rey de Judá. Y entonces vendrá el Señor mi Dios, y todos sus santos le acompañarán.
La tribu de Judá también recibió como herencia otras veinticinco ciudades con sus pueblos: Zenán, Jadasá, Migdal Gad, Dileán, Mizpa, Joctel, Laquis, Boscat, Eglón, Cabón, Lajmás, Quitlís, Guederot, Bet Dagón, Noamá y Maquedá, Libná, Éter, Asán, Jifta, Asena, Nezib, Queilá, Aczib y Maresá.