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Mateo 7:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

»Pidan y se les concederá lo que pidan. Busquen y hallarán. Toquen y se les abrirá la puerta.

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Biblia Reina Valera 1960

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Sigue pidiendo y recibirás lo que pides; sigue buscando y encontrarás; sigue llamando, y la puerta se te abrirá.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá la puerta.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad a la puerta y se os abrirá.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pedid y os darán; buscad y encontraréis; llamad y os abrirán.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

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Mateo 7:7
43 Tagairtí Cros  

Ese mismo día los siervos de Isaac vinieron y le dijeron: ―¡Encontramos agua en el pozo que estábamos abriendo!


Esa noche, el Señor se le apareció en un sueño, y le dijo: ―Pídeme lo que quieras, que yo te lo daré.


Señor, tú conoces el anhelo de los desvalidos. Ciertamente escucharás sus clamores y los consolarás.


Estos malvados, tan orgullosos y altivos, parecen creer que Dios ha muerto. ¡No se les ocurre siquiera buscarlo!


Bendito Señor, enséñame tus normas.


Mi corazón te oyó decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Ya voy Señor».


Porque clamé a él y él me respondió. Me libró de todos mis temores.


Deléitate en el Señor. Así él te dará lo que tu corazón anhela.


Confía en mí en tus tribulaciones para que yo te libre y puedas darme la gloria.


Los humildes verán a su Dios manifestándose en su favor. Con razón se alegrarán. Cuantos buscan a Dios vivirán en gozo.


Pero a los seguidores de Dios, llénalos de gozo. Exclamen quienes aman su salvación: «¡Qué admirable Dios!».


¡Oh Señor, qué bueno y perdonador eres; qué gran amor tienes por todos los que te piden ayuda!


Amo al que me ama, y los que me buscan, sin duda me hallarán.


Salí en su busca por las calles de la ciudad y por los caminos, pero no lo hallé.


¡Oh, pueblo mío de Jerusalén, no llores más, pues al oír el clamor de tu llanto él derramará su gracia sobre ustedes, él les responderá!


Pregúntame y yo te revelaré algunos importantes secretos acerca de lo que habrá de ocurrir aquí.


El Señor le dice al pueblo de Israel: «¡Acudan a mí y yo protegeré sus vidas!


También quiero decirles que si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra acerca de algo que quieran pedir en oración, mi Padre que está en los cielos se lo concederá,


Cualquier cosa que pidan en oración la recibirán, si de veras creen.


Lo más importante es que primero busquen el reino de Dios y hagan lo que es justo. Así, Dios les proporcionará todo lo que necesiten.


Pues si ustedes que son malos saben dar buenas cosas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que se las pidan!


Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.


Por eso les digo que todo lo que pidan en oración, crean que lo recibirán, y así será.


Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, ustedes se pondrán a golpearla, y gritarán: “Señor, ábrenos”. Pero él les contestará: “No sé quiénes son ustedes”.


Jesús les contó una parábola a sus discípulos para enseñarles que debían orar siempre y sin desanimarse.


Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los escogí a ustedes, y los he mandado para que vayan y den fruto, un fruto que dure para siempre. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.


Si ustedes siguen unidos a mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran y se les dará.


Jesús le contestó: ―Si supieras lo que Dios puede darte y quién es el que te está pidiendo agua, serías tú la que le pediría agua a él y él te daría agua que da vida.


Dará la vida eterna a quienes con paciencia hacen el bien y buscan gloria, honra y vida eterna;


Nadie entiende, ninguno busca a Dios.


Sin fe es imposible agradar a Dios. El que quiera acercarse a Dios debe creer que existe y que premia a los que sinceramente lo buscan.


La oración que hagan con fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y si ha pecado, él lo perdonará.


y cualquier cosa que le pidamos la recibiremos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.