Y luego vengo yo, el Hijo del hombre, que como y bebo, y me acusan de glotón, bebedor de vino y amigo de cobradores de impuestos y de gente de la peor calaña. Pero uno demuestra la sabiduría con sus acciones».
Mateo 5:46 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Si ustedes aman sólo a los que los aman, ¿qué de extraordinario tiene eso? ¡Aun la gente mala puede hacerlo! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Biblia Nueva Traducción Viviente Si solo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de impuestos hacen lo mismo. Biblia Católica (Latinoamericana) Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. La Biblia Textual 3a Edicion Porque si amáis a los que os aman, ¿qué galardón tenéis? ¿Acaso no hacen también lo mismo los publicanos?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también así los publicanos? |
Y luego vengo yo, el Hijo del hombre, que como y bebo, y me acusan de glotón, bebedor de vino y amigo de cobradores de impuestos y de gente de la peor calaña. Pero uno demuestra la sabiduría con sus acciones».
Si se niega a escucharte, presenta el caso a la iglesia, y si esta se pronuncia a tu favor y tu hermano no acepta la recomendación de la iglesia, entonces la iglesia debe expulsarlo.
Y si sólo saludan a sus hermanos, ¿qué hacen de más? ¡Aun los paganos hacen eso!
»¡Mucho cuidado con andar haciendo buenas obras para que los demás los vean y admiren! ¡Los que así lo hacen no tendrán recompensa del Padre que está en el cielo!
Leví invitó a Jesús y a sus discípulos a comer. También invitó a comer a muchos cobradores de impuestos y a otros pecadores. Ya eran muchos los que seguían a Jesús.
Cuando algunos de los maestros de la ley, que eran fariseos, vieron a Jesús comiendo con aquella gente, les preguntaron a los discípulos: ―¿Cómo es que este come con recaudadores de impuestos y con pecadores?
Muchos de los que cobraban impuestos y de los pecadores se acercaban a Jesús para oírlo.
El cobrador de impuestos, en cambio, se quedó a cierta distancia y ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo. Se golpeaba el pecho y decía: “¡Dios mío, ten compasión de mí, que soy pecador!”.
Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los cobradores de impuestos.
Al ver esto, todos empezaron a murmurar: ―Se fue a quedar en la casa de un pecador.
Unos que cobraban impuestos vinieron también para que los bautizara, y le preguntaron: ―Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros?
Luego Leví le ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. También invitó a muchos de los recaudadores de impuestos y a otras personas.
Los fariseos y los maestros de la ley que pertenecían a su mismo grupo, se molestaron con los discípulos de Jesús y les dijeron: ¿Por qué comen y beben ustedes con recaudadores de impuestos y con pecadores?
Todo el pueblo, hasta los que cobraban impuestos, al oír esto reconocieron que lo que Dios pide es justo e hicieron que Juan los bautizara.
Luego vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y ustedes dicen que es un glotón y un borracho, que es amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores.