¡Alaben al Señor desde los cielos! ¡Alaben al Señor desde las alturas!
Mateo 21:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Y delante y detrás del cortejo, el pueblo lo aclamaba: ―¡Viva el Hijo del rey David! ¡Alábenlo! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Gloria a Dios! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús estaba en el centro de la procesión, y toda la gente que lo rodeaba gritaba: «¡Alaben a Dios por el Hijo de David! ¡Bendiciones al que viene en el nombre del Señor! ¡Alaben a Dios en el cielo más alto!». Biblia Católica (Latinoamericana) Y el gentío que iba delante de Jesús, así como los que le seguían, empezaron a gritar: '¡Hosanna al hijo de David! ¡Bendito sea el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en lo más alto de los cielos!' La Biblia Textual 3a Edicion Y las multitudes que iban delante y detrás de Él, gritaban: ¡Hosanna° al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! Biblia Serafín de Ausejo 1975 La gente que iba delante y detrás, gritaba diciendo: '¡ Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡ Hosanna en las alturas!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y las multitudes que iban delante y los que iban detrás aclamaban, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! |
¡Alaben al Señor desde los cielos! ¡Alaben al Señor desde las alturas!
Cuando entraron a Jerusalén, toda la ciudad se conmovió. ―¿Quién será este? —preguntaban.
Los principales sacerdotes y los demás jefes judíos vieron aquellos sorprendentes milagros; y cuando escucharon a los niños que gritaban en el templo: «¡Viva el Hijo de David!», se perturbaron y se llenaron de indignación. Entonces le dijeron a Jesús:
porque te aseguro que no me volverás a ver hasta que digas: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”».
Cuando regresaba de la casa del jefe judío, dos ciegos lo siguieron gritando: ―¡Hijo de David, apiádate de nosotros!
Por eso, la casa de ustedes va a quedar abandonada. Y les aseguro que no me volverán a ver hasta el día en que digan: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”».
«Gloria a Dios en las alturas, y paz en la tierra para los que gozan de su buena voluntad».