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Lucas 8:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Otra parte cayó entre los espinos y brotó, pero los espinos la ahogaron y no la dejaron crecer.

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Biblia Reina Valera 1960

Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales crecieron junto con ellas y ahogaron los brotes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Otra cayó entre espinos, y los espinos crecieron con la semilla y la ahogaron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Otra cayó en medio de las espinas, y creciendo juntamente las espinas, la ahogaron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Otro poco cayó en medio de las zarzas; y cuando las zarzas crecieron juntamente, lo ahogaron.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y otra parte cayó entre espinos; y creciendo los espinos juntamente con ella, la ahogaron.

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Lucas 8:7
11 Tagairtí Cros  

La tierra te producirá espinas y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres.


El Señor dice a la gente de Judá y Jerusalén: Aren en la dureza de sus tierras, y no siembren sobre los cardos.


El terreno lleno de espinos es el corazón del que escucha el mensaje, pero se afana tanto en esta vida que el amor al dinero ahoga en él la Palabra de Dios, y cada vez trabaja menos para el Señor.


Otras semillas cayeron entre espinos, y los espinos las ahogaron.


Algunas semillas cayeron entre espinos que, al crecer, ahogaron las plantas y no pudieron dar frutos.


»¡Cuídense! No sea que por el vicio, las borracheras y todas las preocupaciones de esta vida, se les endurezca el corazón. Ese día puede llegar cuando ustedes menos lo esperen.


La que cayó entre los espinos representa a los que oyen, pero después de un tiempo los ahogan las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y no llegan a madurar.


Otra parte cayó sobre las piedras; esa semilla brotó, pero por falta de humedad se secó.


Pero otra parte cayó en buena tierra, brotó, creció y produjo por cada semilla cien granos». Cuando terminó de hablar dijo con voz fuerte: «El que tenga oídos para oír, que oiga».