Cada día clamo a ti, mi Dios, pero tú no me respondes; clamo de noche pero no hallo reposo.
Lucas 6:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 En aquellos días se fue Jesús a la montaña y pasó toda la noche orando a Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día, poco tiempo después, Jesús subió a un monte a orar y oró a Dios toda la noche. Biblia Católica (Latinoamericana) En aquellos días se fue a orar a un cerro y pasó toda la noche en oración con Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Aconteció en aquellos días que Él salió al monte a orar, y pasó la noche en oración a Dios.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por aquellos días, salió hacia el monte para orar y pasó la noche en oración ante Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció en aquellos días, que fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. |
Cada día clamo a ti, mi Dios, pero tú no me respondes; clamo de noche pero no hallo reposo.
Toda la noche te busco; busco a Dios con todo fervor; sólo cuando vengas a juzgar la tierra y a castigarla, el pueblo se apartará de su maldad y hará lo que es justo.
Pero aunque Daniel lo supo, se fue a su hogar y se arrodilló como de costumbre en su dormitorio en la planta alta, con sus ventanas abiertas hacia Jerusalén, y oró tres veces al día, tal como siempre lo había hecho, dando gracias a su Dios.
Pero cuando ustedes oren, háganlo a solas, a puerta cerrada; y el Padre de ustedes, que conoce todos los secretos, los recompensará.
A la mañana siguiente, todavía de madrugada, Jesús se levantó y se fue a un lugar solitario a orar.
Jesús subió a una montaña y llamó a los que él quiso; y ellos vinieron a él.
Pero los que querían acusarlo se llenaron de ira y comenzaron a hacer planes contra Jesús.
Jesús bajó de la montaña con ellos y se detuvo en un lugar llano. Allí lo esperaban muchos de sus discípulos y mucha gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón.
Un día en que Jesús estaba orando a solas, sus discípulos lo acompañaban, y él les preguntó: ―¿Quién dice la gente que soy yo?
Más o menos ocho días después de haber dicho esto, Jesús, acompañado de Pedro, Juan y Jacobo, subió a una montaña para orar.
Mientras oraba, su cara cambió y su ropa se volvió blanca y brillante.
Cuando Cristo estaba en la tierra, con voz fuerte y muchas lágrimas ofreció ruegos y súplicas a Dios, quien podía librarlo de la muerte. Y Dios escuchó sus oraciones en virtud de su ferviente deseo de obedecer a Dios.
«Lamento haber hecho rey a Saúl porque nuevamente me ha desobedecido». Samuel se apesadumbró cuando oyó lo que el Señor le dijo, tanto, que lloró delante de Dios toda aquella noche.