―¡Suelta el cuchillo! No le hagas ningún daño al muchacho —le dijo el ángel—. Ahora sé que de verdad tienes temor de Dios, porque no te negaste a darme a tu único hijo.
Lucas 5:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cuando vio la fe de ellos, Jesús le dijo al que estaba postrado: ―Amigo, tus pecados quedan perdonados. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados. Biblia Nueva Traducción Viviente Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al hombre: «Joven, tus pecados son perdonados». Biblia Católica (Latinoamericana) Viendo Jesús la fe de estos hombres, dijo al paralítico: 'Amigo, tus pecados quedan perdonados. La Biblia Textual 3a Edicion Viendo la fe de ellos, dijo: ¡Hombre, tus pecados te son perdonados! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando él vio la fe de aquellos hombres, dijo: 'Hombre, perdonados te quedan tus pecados'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al ver Él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados. |
―¡Suelta el cuchillo! No le hagas ningún daño al muchacho —le dijo el ángel—. Ahora sé que de verdad tienes temor de Dios, porque no te negaste a darme a tu único hijo.
»Sí, ahora lo comprendo: fue bueno que yo padeciera esta amargura, pues amorosamente me has librado de la muerte, has perdonado todos mis pecados.
Varios hombres le trajeron a un paralítico tendido en un camastro. Cuando Jesús vio la fe que tenían, dijo al enfermo: ―¡Ten ánimo, hijo! ¡Te perdono tus pecados!
Díganme, ¿qué es más difícil: sanar a un enfermo o perdonarle sus pecados?
Cuando Jesús vio la fe de ellos, le dijo al paralítico: ―Hijo, tus pecados quedan perdonados.
No necesitaba que nadie le dijera nada acerca de los demás, porque él conocía los pensamientos del ser humano.
Jesús encontró después al hombre en el templo y le dijo: ―Mira, ahora ya estás sano. No vuelvas a pecar porque te puede ocurrir algo peor.
Cuando él llegó y vio las maravillas que Dios estaba haciendo, lleno de alegría alentó a los creyentes a permanecer fieles al Señor.
Ese hombre estaba muy atento a la predicación de Pablo. Este, al notarlo, comprendió que aquel hombre tenía suficiente fe para obtener su sanidad.
Yo perdonaré a cualquiera que perdonen. Y lo que yo haya perdonado, si algo tenía que perdonar, lo he hecho por ustedes delante de Cristo,
Sopórtense unos a otros y perdonen a quienes se quejen de ustedes. Si el Señor los perdonó, ustedes están obligados a perdonar.
Pero alguien puede decir: «Tú tienes fe, y yo tengo acciones. Pues bien, muéstrame tu fe sin las acciones, y yo te mostraré mi fe por medio de mis acciones».