Lucas 22:53 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Yo estaba con ustedes en el templo todos los días, y sin embargo, no se atrevieron a arrestarme. Pero esta es ya la hora de ustedes, hora en que reinan las tinieblas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Habiendo estado con vosotros cada día en el templo, no extendisteis las manos contra mí; mas esta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Por qué no me arrestaron en el templo? Estuve allí todos los días, pero este es el momento de ustedes, el tiempo en que reina el poder de la oscuridad». Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Por qué no me detuvieron cuando día tras día estaba entre ustedes en el Templo? Pero ahora reinan las tinieblas, y es la hora de ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion Estando Yo con vosotros cada día en el templo,° no extendisteis las manos contra mí. Pero ésta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mientras estaba yo entre vosotros día tras día en el templo, no extendisteis las manos contra mí. Pero ésta es vuestra hora y el poder de las tinieblas'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Habiendo estado con vosotros cada día en el templo, no extendisteis las manos contra mí; pero esta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas. |
Ya de regreso en el templo, y mientras enseñaba, los principales sacerdotes y otros jefes judíos se le acercaron a exigirle que les explicara por qué había echado del templo a los mercaderes y quién le había dado autoridad para hacerlo.
Luego les dijo a los jefes de los sacerdotes, a los capitanes del templo y a los ancianos que habían venido a llevárselo: —¿Por qué vienen contra mí con espadas y palos como si yo fuera un bandido?
Entonces arrestaron a Jesús y lo llevaron a la casa del jefe de los sacerdotes. Pedro los seguía de lejos.
»En este momento estoy lleno de angustia, ¿y por eso voy a decir: “Padre, sálvame de este sufrimiento”? ¡Si para eso he venido!
Cuando Judas tomó el pan, salió de allí sin pérdida de tiempo. Ya era de noche.
Ya no hablaré mucho con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene poder sobre mí,
Entonces quisieron arrestarlo, pero nadie le echó mano porque todavía no había llegado su tiempo.
Los guardias del templo volvieron a donde estaban los jefes de los sacerdotes y los fariseos, quienes les preguntaron: ―¿Por qué no lo han traído?
para que les abras los ojos y dejen las tinieblas para venir a la luz, para que dejen el poder de Satanás por el de Dios. Y así, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia junto con el santo pueblo de Dios”.
porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra los poderes, las autoridades y los gobernantes de este mundo en tinieblas; o sea, que luchamos contra los espíritus malignos que actúan en el cielo.
Él nos rescató del reino de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado,