Los hermanos se sintieron molestos y se llenaron de envidia, pero Jacob se quedó pensando qué significaría todo aquello.
Lucas 1:66 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Todos los que oían hablar del asunto se preguntaban: «¿Qué llegará a ser ese niño? Porque el Señor estaba con él». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño? Y la mano del Señor estaba con él. Biblia Nueva Traducción Viviente Los que la oían meditaban sobre los acontecimientos y se preguntaban: «¿Qué llegará a ser este niño?». Pues la mano del Señor estaba sobre él de una manera especial. Biblia Católica (Latinoamericana) La gente que lo oía quedaba pensativa y decía: '¿Qué va a ser este niño?' Porque comprendían que la mano del Señor estaba con él. La Biblia Textual 3a Edicion Y todos los que las oyeron las guardaron en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, llegará a ser este niño? Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 cuantos las oían las grababan en su corazón y se preguntaban: '¿Pues qué llegará a ser este niño?'. Porque, efectivamente, la mano del Señor estaba con él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Quién será este niño? Y la mano del Señor era con él. |
Los hermanos se sintieron molestos y se llenaron de envidia, pero Jacob se quedó pensando qué significaría todo aquello.
El Señor bendijo mucho a José en la casa de su amo, de modo que tenía éxito en todo lo que emprendía.
Elías, por su parte, se amarró el manto con el cinturón, y echó a correr hacia Jezrel, y llegó primero que Acab, pues el Señor, con su poder, fortaleció a Elías para que pudiera correr.
El niño crecía y su espíritu se hacía más fuerte; y vivió en el desierto hasta el día en que se presentó públicamente al pueblo de Israel.
Pero María guardaba todas estas cosas en su corazón y no dejaba de pensar en ellas.
El niño crecía y se fortalecía; se llenaba de sabiduría y Dios lo favorecía.
Entonces Jesús volvió con sus padres a Nazaret y los obedecía en todo. Pero su madre guardaba todas estas cosas en el corazón.
―Pongan mucha atención a lo que les voy a decir: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.
El poder del Señor estaba con ellos y muchas personas se hicieron creyentes y se convirtieron al Señor.
Ustedes se comportan así motivados por la esperanza de lo que está guardado para ustedes en el cielo. De ello se enteraron por medio del mensaje verdadero del evangelio.
Uno de los cortesanos le dijo que conocía a un joven de Belén hijo de un hombre llamado Isaí, que no sólo era un arpista con talento sino un joven gallardo, valiente, fuerte y juicioso. ―Lo que es más —añadieron—, el Señor está con él.
Samuel, aunque todavía era un niño, prestaba servicio ante el Señor y usaba una túnica de lino similar a la de los sacerdotes.