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Génesis 37:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

11 Los hermanos se sintieron molestos y se llenaron de envidia, pero Jacob se quedó pensando qué significaría todo aquello.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Sin embargo, mientras los hermanos de José tenían celos de él, su padre estaba intrigado por el significado de los sueños.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Sus hermanos se pusieron envidiosos con él, mientras que su padre conservaba esto en la memoria.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y sus hermanos le tenían envidia,° pero su padre meditaba° en el asunto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Sus hermanos le cobraron envidia, pero su padre rumiaba aquellas palabras.

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Génesis 37:11
20 Tagairtí Cros  

Al verlo, le dijo: ―¡Venga, usted, bendito del Señor, y quédese con nosotros! No tiene por qué quedarse aquí afuera. ¡Ya le he preparado un lugar para usted. También hay sitio para los camellos!


Un día los hermanos de José llevaron los rebaños de su padre a Siquén, para apacentarlos allí.


En el campamento tuvieron envidia de Moisés y de Aarón, el sacerdote consagrado al Señor.


Vi entonces que el móvil principal del éxito es el impulso de la envidia y los celos. Pero también esto es necedad, es perseguir el viento.


Y finalmente acabarán los celos entre Israel y Judá, no pelearán más entre sí,


No escuchan cuando tú amenazas, no alzan la vista para ver tu puño levantado. ¡Muéstrales cuánto amas a tu pueblo! ¡Quizá eso los avergüence! ¡Sí, que los consuma el fuego reservado para tus enemigos!


»Ese fue el fin de la visión. Y yo estaba muy turbado y mi rostro estaba pálido de miedo, pero no conté a nadie lo que había visto».


Sabía muy bien que los dirigentes judíos habían arrestado a Jesús porque estaban celosos de la popularidad que había alcanzado en el pueblo.


Les hizo esa pregunta porque se daba cuenta de que los jefes de los sacerdotes habían entregado a Jesús por envidia.


Pero María guardaba todas estas cosas en su corazón y no dejaba de pensar en ellas.


Entonces Jesús volvió con sus padres a Nazaret y los obedecía en todo. Pero su madre guardaba todas estas cosas en el corazón.


Pero cuando los judíos vieron el gentío, llenos de celos se pusieron a blasfemar y a rebatir las palabras de Pablo.


Estos últimos, llenos de envidia, vendieron a José como esclavo, y José fue llevado a Egipto. Pero Dios, que estaba con él,


envidia; borracheras, orgías y otras cosas como esas. Como ya les dije antes, se los repito ahora: los que llevan esa clase de vida no heredarán el reino de Dios.


En otro tiempo, también nosotros éramos insensatos y desobedientes; con facilidad nos descarriábamos y vivíamos esclavos de los placeres y de los deseos pecaminosos. Estábamos llenos de rencor y envidia. Odiábamos a los demás y ellos nos odiaban a nosotros.


¿No creen lo que la Escritura dice, que Dios ama grandemente al espíritu que puso para que habite en nosotros?


A Saúl no le gustó lo que oyó. Pensó: «A David le asignan diez miles y a mí solamente miles. Sólo falta que lo proclamen rey».


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